*De Víctor Hugo: “Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien”. Camelot
LA NAHLE Y LOS PERDONES (HUELE A GAS)
Agosto camina muy rápido, ya vamos en el sexto día. Agosto es el octavo mes del año en el calendario gregoriano y tiene 31 días. Se le puso este nombre en honor del emperador romano, Octavio Augusto (Octavius Augustus). Rocío Nahle García (14 de abril de 1964. Río Grande, Zacatecas), mujer muy allegada al Ruso AMLO y futura secretaria de Energía en el gobierno que llega, sorprendió a propios y extraños, vamos, sorprendió hasta al mismo susodicho, cuando dijo que a Carlos Romero Deschamps no le aplicarán un Quinazo ni nada parecido. Nadie quiere eso, quieren que le apliquen la ley. Creo que si por Rocío fuera hasta le da aumento de las canonjías. Mucha de la gente, que poco a poco comienza a desencantarse del Ruso, votó por él porque, entre otras cosas, dijo que castigaría la corrupción, estuviera donde estuviera. Nadie quiere tampoco una Noche de los cuchillos largos, pero de ahí a amor y paz dista un mundo de distancia. La Nahle dice nones, como en la Biblia, no volteará para atrás, no fuera que a Rocío la convirtieran en estatua de sal al voltear la vista atrás y ver qué allí, en Pemex, en sindicato y empresa huele a podrido, huele a gas. (No mires tras ti, ni pares en toda la llanura. Génesis 19:17), así anda Rocío. Brotó la noticia en Excélsior, de los sueldazos y prestaciones que le entregan al corrupto dirigente sindical. Una más, alguien pidió saber y conocer en Transparencia, cuánto es lo que se les otorga de la empresa y ¿Qué creen? El sindicato de Pemex se amparó, para que nadie sepa lo que les han dado Peña y sus muchachos lozoyistas. Pobre país. Cuando pensábamos que llegaba el justiciero vengador, me late que ya pactó y allí se la llevará, como Rocío Nahle, por la orillita, por la banqueta que no haga ruido. “Nosotros hemos dicho muchas veces que somos respetuosos de la política sindical. Pero el dispendio, los recursos, todo lo que fluía de las empresas a los sindicatos ya no va a ser”, veremos, Chío.
PEPE MEADE Y ANDRES MANUEL
No fue una sorpresa, porque Andrés Manuel había anunciado entre su gente cercana, que hablaría con José Antonio Medade Kuribreña (Ciudad de México, 27 de febrero de 1969), el político serio y honesto, al que le tocó la mala suerte de contender por un partido que ya no traía nada, cuando su comandante en jefe, el presidente de la república, lo había enviado al sótano, al tercer lugar, donde ni las arañas hacen su nido, diría el Perro Bermúdez. Meade hizo lo que pudo. Cuando le tocaban en los debates si su jefe era corrupto, cabeceaba como Jared Borguetti, cuando anotaba goles de cabeza en la selección mexicana, lo negaba y eso le valía, cuidar a su jefe, ir hacia abajo y hacia abajo. Fueron dos los damnificados en esa elección, ambos amigos, compañeros de pupitre, José Francisco Yunes Zorrilla (Perote, Veracruz el 25 de septiembre de 1969), quien supo y conoció a tiempo que no levantarían en las encuestas, sin embargo, se alineó con esa candidatura que cualquiera habría despreciado, cuando se sabía que el Ruso era invencible, que nada ni nadie le quitaría el triunfo de la presidencia del país. Amlo y Meade se vieron las caras. Un cara a cara, solos, quizá con algún especial invitado, que pudo ser la esposa del electo, en la intimidad de lo que se dijeron brota por allí un rumor de que podría formar parte del Banco de México, pues buen economista lo es, y tiene respaldo financiero internacional. Pero la política es así. A veces se entra por la puerta principal y se sale por la cocina. Cito a Raúl del Pozo: “En política, se sube por la escalera y se sale por la ventana. Aquello de que el apaciguador es ‘alguien que alimenta a un cocodrilo esperando ser comido el último’, tendiendo a la máxima napoleónica de que en la guerra solo existe un momento favorable y el genio del comandante consiste en atraparlo”. Se vieron y solo ellos sabrán de qué hablaron, si pactaron algo. Una decisión bien vista, hay que restañar heridas, ahora falta Ricky Riquín, canallín, y se espera que el Ruso lo reciba, no en el rincón de una cantina ni oyendo la canción que yo pedí, en el mismo sitio donde recibió a Meade. Así se tejen no alianzas, buenas relaciones.
VIDAL AL BARCELONA
Mientras Cristiano Ronaldo le dijo a sus antiguos compañeros del Real Madrid: ‘Hasta la vista, babys”, y se fue a la Juventus, el Barcelona recluta al chileno Arturo Vidal, un hombre de indumentaria como de vikingo, aunque no sea rubio. Para llegar al Barcelona, aparte de necesitar una poca de gracia y otra cosita, hay que odiar al Real Madrid, futbolísticamente, digo, como lo hacen Chivas y América. Diario El Mundo de España: “Vidal no es de los que les gusta pasar inadvertido. Ni mucho menos. Luce con orgullo una cresta en la cabeza y quedan pocos rincones de su cuerpo en los que la tinta no se haya aposentado. El tatuaje que lleva en la garganta es muy significativo: Never give up (Nunca te rindas). Y no sólo lo tiene grabado en su cuerpo. También, a fuego, en su alma”.
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