En Corea del Sur, tres mujeres decidieron reunirse en una casa el pasado jueves para practicar un ritual espiritual destinado a invocar la buena suerte y alejar la desgracia. Una de ellas, de 47 años, se metió a un ataúd a las 20 horas, pero salió dos horas más tarde, quejándose de dificultad para respirar. A pesar de eso, sus «amigas» la convencieron de que aguantara más tiempo. Al día siguiente, al despertar, la encontraron muerta. Las autoridades policíacas señalaron que también el calor extremo en la ciudad la afectó. La nota es de «Excelsior». Foto de «pixabay».