Si uno trabaja 36 años en el gobierno, es muy probable que haya tenido muchos jefes. De Bravo Garzón, en la UV, recuerdo el gran respeto que le tenían los líderes estudiantiles y sindicales, y su visión como Rector. De Ricardo Arenas Leetch, en INDECO-VERACRUZ, su amor por Veracruz y la urgencia de serle útil con trabajo honesto y responsable en materia de vivienda y desarrollo urbano. De Francisco King y Jorge Neri en el IPE, su sentido de responsabilidad, su honestidad y la forma como ayudaron al Instituto. De Guillermo Rivera Rodríguez, en Sefiplan, su trato sencillo con los empleados y su caballerosidad con los funcionarios. De Juan Maldonado Pereda, en la SEC, su sapiencia política, su cultura, su buen trato a la mujer, y su caballerosidad en general. Sólo son algunos.