*De la Iliada: “Los hombres somos cual las hojas. El viento las esparce por la tierra y la floresta hace germinar otras, y las primaveras se suceden. Así nace y se extingue toda generación de hombres”. Camelot.
UN DOMINGO QUE AMANECE
Amanece un domingo sin mucha información, escribo estas líneas para aparecer en san lunes, cuando ni los albañiles dan golpe, un poco de todo, nublado, como el tiempo. Ricardo Anaya fue a ver a sus compañeros de sector y de partido y dio la cara después de la derrota presidencial, recibido con ovaciones, todos los candidatos que perdieron tienen su valía, lo mismo en la presidencia que en gubernaturas y diputaciones o senadurías. Dejaron cuerpo, corazón y vida y nada más, y se levantaron con una alta votación, como ocurrió en Veracruz con Chikiyunes, historia que escribo en estos días. Sigo con Anaya. Del equipo de sus contras, donde se integran desde el expresidente Felipe Calderón, pasando por Chepina en la cocina (Josefina Vázquez Mota), el barbón Diego y Roberto Gil Zuarth, que ese ya huele a Morena, ninguno asistió. Llegó apapachando gente y convocaron a un consejo de hombres y mujeres para que organicen la convención nacional donde pondrán al nuevo presidente nacional del PAN, y esperemos le dejen un buen espacio y una buena posición a Veracruz, donde allí podría caber Miguel Ángel Yunes Márquez, pues su votación histórica, pese a que perdió la elección por el efecto del tsunami llamado López Obrador, honraría a Veracruz con un sitio en ese consejo y le darían al Chiki la oportunidad de seguir en la política. Fue un joven que hizo una buena campaña. Muchos políticos han sido vencidos y luego regresan y ganan elección, Lincoln, uno de ellos, otro ejemplo palpable es el mismo Andrés Manuel López Obrador, dos elecciones perdidas y la tercera fue la vencida. De 3 millones 786 mil 921 veracruzanos, que votaron en la elección pasada, 1 millón 453 mil 722 votos fueron para el Chikiyunes, nada despreciables. El día que supieron de la derrota, leo ahora El Financiero de esos días, en redes sociales, Yunes Márquez y su staff de prensa lanzaron una intensa campaña de agradecimiento del voto a sus militantes, asimismo un eslogan sugerente de “la lucha sigue”, en alusión a que en la próxima elección, Miguel Yunes o su hermano, Fernando Yunes -actual alcalde de Veracruz- podrían intentar suceder a Cuitláhuac García. En política sabemos que no hay políticos muertos, solo los que yacen bajo tierra. Además, me dijo un experto en estas lides, jamás se volverá a repetir el fenómeno de Andrés Manuel, que llegó con el hartazgo de la gente en contra de la corrupción del gobierno actual, y le votaron como nunca lo imaginó en su vida, ni él mismo, o sea, le dieron todos los cascabeles al gato, otro me dijo que la política desgasta, es cierto, aun no entran a gobernar y ya andan desgastados en varios rubros, donde la verán muy difícil. Uno de ellos con los desaparecidos en este país, que el presidente electo fue a una reunión y ya no fue a las demás, porque no tienen que ofrecerles a esas pobres madres y padres que han perdido a sus hijos, más que esa frase de perdón y no olvido, y eso no les llena nada. Ellas quieren, primero, encontrar a sus hijas, estén donde estén, luego, cárcel y justicia para los malhechores. Qué perdón ni qué nada. A hacer justicia.
UN PUENTE QUE COLAPSA
El mayor descuido y deterioro del gobierno que va a terminar, el del sexenio de Peña Nieto, se dio en las carreteras federales, las de paga y no paga, pese a que hubo inversión hubo mucho descuido, el sábado tomé el retorno de Veracruz a Orizaba por la de la Tinaja, hay que persignarse de tantos hoyos. Leo ahora mismo en el Sol de Orizaba, que se deteriora un puente, hecho apenas hace tres años en la Vicente Guerrero, la salida hacia Ciudad de México por el Hospital Regional de la doctora Minerva Junco, bueno no es de ella, es del sector Salud, pero la Junco fue una de las profesionistas que repitió en esta administración de Yunes Linares, porque ha tenido por años el mismo hospital como uno de primera, con gran atención a las comunidades indígenas, lo que mucho honra su trabajo y dio pie a que el secretario de Salud, el médico Arturo Irán Suarez Villa, la ratificara y le dijera: “Ese hospital, es de lo mejorcito que tenemos en Veracruz”, y la Junco se quedó. Pero estaba en el puente. Es obra del gobierno federal y dicen por ahí que se puede caer, que tiembla más que la cama de Linda Blair en el Exorcista, cuando el diablo la hacía girar el cuello y, cuando lo cruzas, sientes que tiembla. Así me pasó hace unos días que bajé de México, al cruzarlo, sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo. No creo que se vaya a caer, aunque más vale que lo revisen los ingenieros o lo que quede del gobierno federal, que arriaron las velas muy temprano, a diferencia de Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz, que antier se reunió con alcaldes y todavía los apoya en sus chambas municipales, los de la Federación ya quieren su bono de marcha y ver si se quedan con la limpia que hará el nuevo brujo presidente, uno que fue ruso en campaña y ahora es solo Peje.
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