¡Feliz Día del Abuelo!
Por Ramón Durón Ruíz (†)
Con meridiana sabiduría afirmaba Carl Gustav Jung: “Quien mira hacia afuera sueña, pero quien mira hacia adentro despierta”, y este es el momento en que despiertes todo el potencial que la vida tiene para ti, que pases de una vida estrictamente terrenal, a una en la que enriquezcas con la fuerza espiritual.
Cada momento es adecuado, para que no dejes de crecer físicamente y evolucionar espiritualmente, eso ajustará tu vida y detonará los cientos de poderes que hay en tu interior.
Deseo que seas como los viejos sabios de Güémez, que trascienden con sus hechos y sus palabras porque están llenos de amor, evitan el ego y son misericordiosos, porque han descubierto el placer de las cosas simples de la vida, han aprendido el poder del silencio, el sentido de la importancia de callar o hablar sólo cuando es necesario, porque tienen tres compañeros inseparables: visión de futuro, entusiasmo y alegría, por eso saben y saben bien, que… “andar solos no es soledad”.
Los abuelos sabios de mi tierra “no se empeñan en ser conocidos… sino alguien que valga la pena conocer”. Anthony de Mello dice: “No hay que renunciar al pasado porque sea malo… sino porque está muerto.”
Recuerda que la energía vital transita circularmente, por ello HOY es el mejor día para que cierres círculos, para que sueltes todo el lastre de tu pasado, todo aquello que te detiene para vivir el presente y volar en pos de tus sueños. Recuerda: creer es crear.
Metafóricamente, cuando cierras círculos abres nuevas puertas en tu vida, aprendes que vives en el límite de los milagros, llegan cosas nuevas a tu presente. Como ejemplo, el anillo de matrimonio es circular, porque en la medida que das amor se te regresa amor, por el contrario si das odio se te regresa odio, es una relación tan perpetua como infinita.
Cuando hay una pérdida, es importante cerrar el ciclo vital de duelo, hacerlo desarrolla holísticamente el potencial del doliente. Cuando tienes la sabiduría de vivir a plenitud el milagro del HOY, valoras el gran mérito que tienes este día para aprender de la fuerza de la transición, de crecer, evolucionar y ser feliz… a esa tarea llegaste a esta vida.
Para cerrar círculos y abrirte a la salud mental, es importante también abrirte al conocimiento de ti mismo, recordando que cada evento es una experiencia única e irrepetible. HOY, DATE PERMISO DE ir más allá de tus problemas y dolor… ¡Ve mar adentro!
El nacimiento es promesa la muerte es realización, es cerrar un círculo vital para abrir otro de construcción y promesa; la vida no comienza cuando nacemos, ni termina cuando morimos, ambos eventos simplemente ayudan en la toma de consciencia de aspectos de la existencia que muchas veces pasan desapercibidos.
La existencia es movimiento, cuando tiendes a cerrar ciclos, sanas, liberas, oxigenas tu vida, la enriqueces: “Si ofendiste, pide perdón; si tiraste, levanta; si abriste, cierra; si llegas, saluda; si te vas, despídete; si rompiste, repara; si pediste prestado, paga; si prometiste, cumple; si te ayudan… agradece.”
A propósito de cerrar círculos, cierto día Ovárica caminaba por la plaza de Güémez, cuando se cruzó con el padre Chuyo, quien amablemente la saludó:
— ¡Buenos días mija!, ¿ya encargaste familia?
— ¡No padre!
— ¡Bueno! –dice el párroco–, estoy saliendo para Roma, voy a prender una vela para que encargues familia.
— ¡Muchas gracias!
Años más tarde se encontraron nuevamente y el sacerdote le pregunta:
— Ovárica ¿cómo te encuentras?
— ¡Muy bien padre!
— Por favor dime, ¿tuvieron niños?
— ¡Sí padre!, tres partos de trillizos, uno de cuatrillizos y una criatura más, en total: 14.
— ¡Bendito sea el Señor! –exclama el sacerdote –¿Y dónde está tu viejo?
— Fue a Roma, a cerrar el círculo y… ¡A VER SI PUEDE APAGAR LA ‘INCHE VELA!.
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