Agustín basilio de la Vega

La semana pasada tuve la oportunidad de conocer la obra del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Lo anterior fue posible gracias a la invitación de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles hecha a varios colegas que pertenecemos al CIC “Carlos Nachón Aguirre A.C.” y a otras asociaciones.
Durante el recorrido pudimos constatar los avances de la construcción de la torre de control, la terminal 1 y las pistas de la primera etapa. Desde la entrada a las más de 5 mil hectáreas de esta obra, se aprecia el trabajo del Ejercito Mexicano que fue el responsable de construir 31 km de barda y carretera perimetral que incluye iluminación con tecnología led y energía solar.
De acuerdo con la información proporcionada por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, en nuestro país existen 58 aeropuertos de los cuales solo del “Benito Juárez” no está concesionado a la iniciativa privada.
Debido a que México es la décimo cuarta economía mundial y la sexta en servicios turísticos, el actual aeropuerto de la ciudad de México atiende al borde del límite de su capacidad a más de 38 millones anules de pasajeros y se espera que esta cifra llegue en el año 2026 a 50 millones. Por lo anterior, desde hace más de 20 años, se estudió construir el Nuevo Aeropuerto para satisfacer la demanda de las 30 aerolíneas (23 internacionales) que operan en el más grande aeropuerto de América Latina.
Los estudios dieron como resultado la selección del sitio actual en donde se construye el NAICM para que funcione como Hub (nodo con un número de enlaces que excede ampliamente cualquier promedio o alternativa). Con esta determinación, se podrán realizar el mayor número posible de operaciones y movimiento de pasajeros con mayor eficiencia cada año.
El proyecto consiste en dos terminales y seis pistas de 5 km de longitud separadas adecuadamente para operar simultáneamente. La primera etapa es una terminal y tres pistas con capacidad para 70 millones de pasajeros anuales. El proyecto completo dará servicio a 135 millones de personas y se estima que podría ser terminado en el año 2069.
La terminal (con 95 salidas) y la primera pista podría estar lista para que en el año 2020 reciban al primer avión. Actualmente tiene un avance del 100% el cajón de cimentación de la terminal uno que descansa en 5,546 pilotes de fricción de 14 ay 22 m de profundidad. El concreto usado hasta este momento en la terminal uno podría servir para construir 11 estadios Aztecas.
Se están construyendo 21 foniles (especie de embudos que servirán de soportes) para soportar la estructura y cubierta de esta magna terminal de 1.58 kilometros de largo y 590 metros de ancho. Curiosamente los tubos y piezas para el ensamble de estos colosales elementos estructurales se fabrican en Tuxpan, Veracruz.
Los beneficios al país y la región son incalculables pues de manera integral esta terminal contará con dos líneas de Metrobús, dos de Mexibús, un tren exprés desde Chapultepec y conectividad a través del Metro. Se fortalecerá el sector terciario (comercio, turismo, servicios, comunicaciones y transportes etc.) y en general aumentará la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros en México.
No solo los que usan avión tendrán mejor servicio con ahorro de tiempo y dinero sino que todos los mexicanos se beneficiarán con los empleos directos e indirectos que ya están y que se generarán a mediano y largo plazo gracias a esta mega construcción. El aumento de la dinámica económica que se obtiene con mejor infraestructura es el fundamento del desarrollo económico de cualquier pais.
Los técnicos y empresarios estamos dando nuestro punto de vista al próximo gobierno, en poco tiempo, serán los ciudadanos consultados. ¿Debe continuar la obra?
@basiliodelavega 3 de septiembre de 2018