¿Qué es más importante? ¿Dar gusto a un grupo de descontentos con todo? ó ¿Allanar el camino para que la cuarta transformación llegue suavemente?
Las preguntas vienen a colación por el asunto de Manuel Velazco, ex gobernador de Chiapas, hoy senador con licencia y gobernador sustituto en Chiapas. Las visiones han sido totalmente divergentes según quien se exprese, por ejemplo:
Los enemigos acérrimos de Morena afirman que Morena se convirtió en lo mismo que criticaba. Insisten en que jamás debió de otorgar la licencia al senador chiapaneco, ya que en las urnas fue rechazado, como rechazado es en la mayoría de la población ese negocio particular denominado Partido Verde Ecologista de México, que ha tenido más tino que nuestros competidores olímpicos de pistola, escopeta y arco. Normalmente atinan a quien será el ganador presidencial, se alían con él de manera clara o soterrada y al final ganan un sexenio más para sus integrantes gozando de las mieles del poder, pero sobre todo, gracias a una enorme cantidad de incautos que siguen votando por ellos.
Hubo ciertos aplausos en las redes cuando morena negó en primera solicitud la licencia al senador Velazco. Hubo terribles reacciones o tristeza a la callada, cuando en segunda solicitud fue aceptada dicha licencia, para que el ex gobernador se convirtiera en sustituto de él mismo, después de haber pasado una reforma constitucional en su estado, que fue votada y aprobada el mismo día por el congreso y por los cabildos necesarios para hacerla efectiva, demostrando un control político absoluto, y una capacidad política digna de libro de texto.
Otro sector, el de los priístas ha comentado que faltó sensibilidad, que si bien, a todos nos queda claro que es necesario tener los votos suficientes para llevar a cabo las reformas constitucionales ofrecidas en campaña, cuando menos había que guardar las formas. Según ese sector de la población, morena y el verde debieron negociar en lo oscurito, tal como siempre se ha acostumbrado, y desde la primera votación el senado debió de haber otorgado la licencia. Los beneficios debían de recibirse también soterradamente, no a la luz de toda la población. Pero, tal como vimos no fue así, todo quedó como el rey y su vestido nuevo, desnudo a la vista de todos.
En el caso de los morenistas y quienes disfrutamos del quehacer de los políticos como simples espectadores, la situación se tornó por demás divertida y digna también de los grandes maestros del ajedrez político, sólo que con un final a la vista de todos, que también implica un mensaje.
En principio parece que Manuel metió su solicitud tratando de sorprender a propios y extraños, sin haber cabildeado y negociado el precio de la misma con quien hoy manda en la cámara de senadores, que es la bancada de morena y particularmente su coordinador. Ante una afrenta de ese tipo, de inmediato se mostró el poder de la unidad y su petición fue rechazada sin mayor trámite. El mensaje fue muy claro, ¨cualquier cosa que necesiten del senado, tiene que ser autorizada por la gente de morena. No permitiremos que nadie nos sorprenda y te apuras a negociar o se te acaba el tiempo y no regresas a tu señorío feudal conocido como estado de Chiapas¨.
La negociación se llevó a cabo, podemos imaginar el regateo dónde morena requería más diputados y el compromiso de los senadores del verde de votar a favor de cualquier iniciativa presentada por el próximo presidente, con la amenaza velada de que si no se cumplen los compromisos, de inmediato la aplanadora podrá hacer papilla a cualquier senador o grupo parlamentario con el apoyo del ejecutivo federal.
El verde ecologista de inmediato entendió el mensaje, valoró lo que ganaba o perdía según se mantuviera en negativo la solicitud de licencia o cambiara a positivo, y una vez evaluadas ventajas y desventajas se ofrecieron tres diputados federales. Morena pidió siete, por cualquier falta o enfermedad de alguno de la bancada y al final quedaron que cinco diputados federales del partido verde ecologista cambiarían de bancada y se sumarían a la de morena.
El equipo de morena se reservó el derecho de admisión, y de entre los pocos verdes en la cámara baja, escogieron los que consideraron más afines, con lo cual, por una simple votación, morena obtuvo mayoría simple en la cámara de diputados y el compromiso de apoyo a las reformas sustantivas que propondrá López Obrador, apoyo que vendrá de parte de diputados y senadores del partido verde ecologista.
Para el partido verde, el intento de sorpresa costó muy caro, pues cedieron mucho, a cambio de…. ¿De que? ¿Qué habrá en Chiapas que urgía que Manuelito regresara a su puesto? Eso quizá jamás lo sabremos, pero es un hecho que era muy importante para el verde que su hijo pródigo lograra lo que al final obtuvo.
Para morena fue una verdadera ganga la obtención de mayoría simple en la cámara baja, y apoyo absoluto en la cámara alta. Es mejor tener los votos de los propios diputados, que verse en la penosa necesidad de hacer lo que todos han hecho, mandar maletas de efectivo a los diputados cuyo voto se pretende obtener para cualquier reforma. La honestidad valiente no puede darse el lujo de comprar diputados… o cuando menos no muy seguido, así que la opción fue la mejor.
Todo un juego político, que manda un mensaje muy serio de que morena no se detendrá ante nada, si alguien o algún partido pretende hacerle una jugarreta. Sólo Dante ha jugado el papel de un mediano opositor, pues Noroña que es del mismo equipo ha quedado minimizado ante un soberbio Muñoz Ledo. México cambia.
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