Llega un viejito al médico y le dice: -Doctor, doctor, estoy preocupado, muy preocupado, pues ya casi cumplo 100 años y todavìa ando persiguiendo muchachas. El doctor responde: -Ah caray, pues eso sì es un caso insólito, pero dìgame en qué lo puedo ayudar, ¿cuál es su preocupación. Responde el viejito: -Pues es que las ando persiguiendo pero ya no me acuerdo para qué. Lo publican en «Auge de Vida».