De Vasconcelos: “No se puede enseñar a leer sin dar que leer”. Camelot.
CON ESTEBAN MOCTEZUMA
Mediodía de martes 11. La cita era en el restaurante Villa Rica Mocambo, frente al mar de Veracruz. Comeríamos a las 2:30 una veintena de personas con el futuro secretario de Educación de AMLO, Esteban Moctezuma Barragán (1 de octubre de 1954, edad 63 años, Ciudad de México), un chilango que tiene cara de buena gente y que será quien se siente en el mismo lugar donde se sentó el gran José Vasconcelos, aquel oaxaqueño que, aseguran, nadie ha podido llenar esos zapatos de la educación, el que le legó a la UNAM el lema: “Por mi raza hablará el espíritu”. Hacía calor, una brisa de mar pegaba de lleno, la comida sería en un privado con aire acondicionado, no se sufriría, el menú: una crema y un salmón y los frijolitos con langostinos, que hizo famoso y patentó Casa Díaz de Córdoba. Los invitados, los Fernández Chedraui y Fernández Ávila Camacho: padre, hijo y espíritu santo: Rodrigo y Justo, dueños de la editora Las Animas, una excelente editorial que muestra nuestras raíces mexicanas. El que dicen será vicegobernador y mandón, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; el intelectual, Luis Ugalde, amigo de Javier Barragán, hermano del secretario; el veracruzano Tony Chedraui, dueño de las papeleras Tony, quien le propuso al secretario hacerse cargo de cinco escuelas porque, Moctezuma pidió que se les ayudara en la infraestructura y mantenimiento de las mismas, que unas son viles jacalones con techo de lámina y piso de tierra. Ningún gobierno ha logrado eso, ah pero como han robado, tener a los niños indígenas o no indígenas, sin pisar la tierra en sus aulas y sin techos de lámina y condiciones deplorables. Y también que los estados valoren a los mejores estudiantes y les den de premio visitarles, Veracruz recibiría a unos diez niños del país, con gastos pagados, hotel y comidas y avión y por ahí conocer no solo el mar, conocer Tajín y su centro ceremonial. Moctezuma pasaba la Rama, pedía y pedía, hizo tres propuestas, la otra vincular a los estudiantes de Educación Superior con las empresas. Comida cordial, se tocaron temas de la Educación. Más de este gobierno que ese mismo día a mayoría absoluta y dedo alzado de Morena en el Congreso, pidió a los de Peña Nieto que dejen de evaluar a los maestros, una cosa que se ve en retroceso. En muchas partes del mundo los profesionistas son evaluados, en Estados Unidos los doctores y maestros tienen que reafirmar su licencia con cursos y clases y exámenes. Aquí los boludos de la CNTE no quieren nada, nadie que los capacite. Me paré en un momento de la comida y le mostré al secretario en mi teléfono, unas fotos de una escuela de un salón en La Perla, cerca de Orizaba, donde estudian lastimosamente, de paredes de madera cayéndose, piso de tierra y techo de lámina. Contó el secretario, cuando en un momento se habló de trenes, que él de chico llegaba con su abuelo a Veracruz, venían en tren, de aquellos que traían camarotes y salía a las 6 de la tarde de México y llegaba por la mañana a Veracruz, que el abuelo los hospedaba en el hotel Diligencias, y que Veracruz siempre está en su mente y corazón. Signo de los nuevos tiempos, preguntaba a un ayudante la hora de partir, porque, como su jefe, ellos toman vuelos comerciales, se acabaron los jets y los helicópteros, llegó en una camioneta que le facilitó Sara ladrón de Guevara, rectora de la UV, y en esa misma lo llevaron de vuelta al aeropuerto Jara. Al lado de su particular, Israel Heres y Marisol de la Madrid, se despidió y agradeció la reunión. Vendrá pronto, dio las gracias a Jesús Corichi, el Messi de las relaciones públicas, por haber realizado el evento. Y cuando se fue, me dijo en corto: “iré pronto con ustedes, al diario Crónica y XEJF en Tierra Blanca”. Va. Qué así sea.
DANTE NO AL CASETAZO
El comunicador Joaquín López Dóriga, demandó a Capufe por el aumento a las casetas de las mugres autopistas. Él mismo en su programa de radio dice que nada pasará, porque conoce el país en que vivimos. El Kojack de Movimiento Ciudadano, Dante Alfonso Delgado Rannauro, y su grupo parlamentario del Senado, exhortaron a Gerardo Ruiz Esparza, de SCT, y Benito Neme Sastré, director de Capufe, y dos veces compadre de Peña Nieto, a que reviertan esa marranada que hicieron a todos los mexicanos, porque el que no tiene auto, tiene que tomar autobuses ADO o AU y los pasajes subirán. Es la venganza de Peña Nieto por como lo tratamos en las elecciones, y como lo estamos despidiendo: como el peor presidente de México. Estos bárbaros en 37 autopistas han aumentado desde el 7 de septiembre un 18 por ciento. Son peores que Atila, que donde pasaba no crecía la hierba. Y aún faltan 80 días para que se vayan, que son una eternidad, con todo y que cada mañana les cantamos aquella rola de Amalia Mendoza, La Tariacuri: ‘Diciembre me gustó pa’ que se vayan’.
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