PENSAR, evaluar y actuar, son, de alguna manera, conceptos que podrían ser parte esencial de la capacidad racional del hombre para poder gobernar un Estado, o un país.

Quien no se apega a la racionalidad, pierde el camino y por lo tanto, sus actos siempre estarán fuera del contexto de la prudencia, de la paciencia y hasta de la inteligencia para poder estar en condiciones de hacer las cosas bien, es decir, de la manera más correcta y eficaz para obtener resultados que beneficien a los demás.

Dentro de este marco de virtudes, por así decirlo, es como tendrán que conducirse los gobernantes, tanto nacional como estatal que a partir del primero de diciembre, tendrán que tomar las riendas de sus respectivos gobiernos, sobre todo, porque en estos momentos, la sabiduría para gobernar tendrá que ser precisa ante la demanda de la propia sociedad.

Andrés Manuel López Obrador, a nivel nacional, como Cuitláhuac García Jiménez, en el ámbito estatal, están plenamente comprometidos, dentro de un mandato que proviene del pueblo y que ahora más que nunca lo ha manifestado de manera clara y precisa en las urnas electorales.

El pueblo mexicano espera que los dos gobernantes, por cuanto corresponde a los que votaron en el Estado de Veracruz, sepan evaluar, precisamente, el enorme reto que tienen ante sí, porque no se trata de cualquier elección del pasado, sino de una etapa diferente, distinta y nunca vista, para darle al país el cambio que verdaderamente necesita y que este concepto no sea, solamente, palabrería de una campaña política, que por cierto ya pasó y que en estos momentos, quienes han recibido el mandato de la ciudadanía, estén conscientes de que es un compromiso de otra dimensión políánulllive.com.mx