*De Cortázar: “Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo”. Camelot

EL CHIKIYUNES EN ACCION

Uno podría pensar que en política nadie muere, solo hasta que el Señor venga por ti y un sepulturero te dé el adiós, el clásico bye, bye. Ha habido en la historia de las elecciones, gente que se ha levantado después de haber perdido las mismas. Abraham Lincoln fue uno de ellos. En política no hay fracasos, hay tropezones, tropezar con una piedra y caer y levantarse cuanto antes, es una conseja muy estudiada. Lincoln a los 23 y 25 años fue derrotado para legislador. A los 29 años fue derrotado en las elecciones para representante del Estado. De tropiezo en tropiezo iba su vida política. A los 34, 37 y 39 años lo volvieron a derrotar. A los 45 años no pudo ser Senador, lo derrotaron. Hasta que una mañana, todo enojado con esa historia de derrotas, se postuló a la presidencia y cuando tenía 51 años, fue el 16 presidente de Estados Unidos y el primero de los Republicanos, y entonces la historia lo llevó a ser el segundo de más importancia, solo atrasito de Jorgito Washington. Era extraordinario para los discursos y lideró la gran Guerra de Secesión, de donde salió airoso para formar lo que ahora son, el más grande y poderoso país del mundo, pese a Trump. Toco el tema porque hace nada, en una mesa de contertulios hablábamos de Miguel Ángel Yunes Márquez (4 de mayo de 1976, edad 42 años, Boca del Río), qué dónde andaría; qué sería de su vida después de la derrota a las elecciones de gobernador de Veracruz. Alguien allí predijo, como Monny Vidente, que se iba a tomar su año sabático y que se iría fuera del país a estudiar, para regresar en su momento cuando los tiempos se abrieran para buscar las primarias en las diputaciones federales, que bien tiene derecho a una plurinominal de su partido. Fue un candidato muy votado, el más votado de los panistas veracruzanos. El millón y pico de votos le avalan. Quiso la historia que lo arrollara, como arrolló a más de medio país ese fenómeno del Tsunami llamado Andrés Manuel López Obrador, a quien nadie ganaba en las elecciones, creo que ni el Papa Francisco junto al Papa abdicado y teniendo junto a Messi, como coordinador de campaña. Aceptó la derrota un día después y guardó silencio, porque uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio. Callar ayuda. Muchas veces. Toqué el tema porque hoy mismo, los diarios nacionales y estatales dan una nueva, Chikiyunes reaparece en el registro del panista, Marko Cortés, que es el coordinador de los diputados del PAN en la Cámara legislativa, lo lleva y le invitó como parte importante en esa dirigencia nacional, que aspira ser registrada y aceptada por los panistas. No se ve mal. A los trenes hay que subirse cuando comiencen a andar, decía Kamalucas, un viejo ferrocarrilero que descansa en paz. Honra al panismo de Veracruz tener un espacio en la dirigencia nacional, más si es del mismo candidato que se la jugó por su partido, y que las circunstancias no le favorecieron. Veremos qué ocurre. Hay que darle tiempo al tiempo. “El tiempo es un rio atronador y tumultuoso que todo lo arrastra”, diría Rosa Montero. Esperemos el tiempo, que otras veces, favorece.

EL SOPLON TAREK

Cuentan los diarios nacionales y estatales y locales, que Tarek soltó la sopa. Antonio Tarek Abdalá Saad (14 de julio de 1981, edad 37 años), que en la lana y en las finanzas anduvo y andó, declaró a la PGR como testigo protegido con fuero, porque lo hizo cuando aún era diputado federal, en eso que el amoroso AMLO llamó un show, que la lana llegaba a Finanzas y daban órdenes de que se repartieran por dónde pudieran. Contó en una de ellas que alguna vez le situaron los fondos federales por 700 millones de pesos, que debían ser trasladados al Seguro Popular, pero llegó el Patrón (JDO) y le dijo lo enviara a los Medios de comunicación. Cuenta que por las noches se reunía con Duarte y ahí el gobernador le indicaba adónde mandar el dinero. O más bien, cómo tirar los penaltis. Y que la señora Karime también le ordenaba, pero Karime no tenía más juego que en lo moral, porque su cargo no le permitía dar órdenes de traspasos aquí y allá. Testimonio demoledor que no sirvió de nada, porque la PGR no pudo con el paquete y fue por eso que el exgobernador de Veracruz solo alcanzó penalidad de 9 años. Ahora se mira a otros gobernadores, cuyas historias parecen serán iguales que esta veracruzana. Borges entre ellos, el de Quintana Roo, preso también por las mismas travesuras. Tomás Yarrington, de Tamaulipas, detenido y preso en Florencia, Italia. Y a esto hay que agregar los cinco encarcelados en México, además de Duarte, Mario Villanueva Madrid, de Quintana Roo; Andrés Granier, de Tabasco; Jesús Reyna, de Michoacán, todos priistas, y Guillermo Padrés, de Sonora, del PAN.

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