Agustín Basilio de la Vega

En las últimas semanas algunos ciudadanos xalapeños denunciamos a través de las redes sociales la proliferación de baches en la capital del estado de Veracruz debido a la falta de atención por parte de las autoridades municipales a este problema.
Los baches se forman por el desgaste de la superficie del pavimento y el reblandecimiento de las capas inferiores al tener contacto con el agua. En el concreto asfaltico el deterioro se presenta como una especie de “cráter” y en pavimento de concreto hidráulico o calles empedradas en forma de hundimiento.
El ayuntamiento ha argumentado que adquirió una maquina “grande” (no especificó cuál) para repararlos pero que PEMEX no les ha “donado” AC-20 y por lo tanto no se han podido atender este problema. Esta explicación confunde más de lo que pretende justificar.
Lo que al parecer carece el ayuntamiento de Xalapa es de un programa de “Conservación Rutinaria” de la infraestructura urbana que esencialmente consiste en: bacheo aislado, pintura de señales horizontales (marcas en el pavimento) mantenimiento de señales verticales, reparación de banquetas y guarniciones, limpieza de traga tormentas, reposición de luminarias etc.
No se trata de grandes obras que se deban realizar con maquinaria pesada sino con equipo menor como pico y pala, revolvedora de un saco, escalera, brocha, herramientas manuales etc. Son trabajos necesarios que evitan mayores daños y costos. Estas acciones se deben programar todos los años de acuerdo a las condiciones climatológicas.
La carencia de este programa de mantenimiento permanente hace que se ponga en riesgo la seguridad de las personas (peatones, conductores y pasajeros) que se deterioren los vehículos, que la movilidad se entorpezca y que la educación vial se pierda. La falta de una señal en buen estado de “alto” puede provocar un accidente lamentable.
Resulta ingenuo justificar que se depende de PEMEX para atender las necesidades cotidianas como tapar un bache o reponer una señal metálica. Para pintar pasos peatonales y las divisiones de los carriles, reparar un semáforo o reponer una luminaria se necesita más bien sentido común, y espíritu de servicio pues no son trabajos costosos.
En los foros de consulta que organizaron en el centro recreativo para configurar el Plan Municipal de Desarrollo, muchos ingenieros xalapeños de buena fe expusimos ideas que lamentablemente han echado en saco roto. Si no se hace bien lo sencillo, queda la duda de ¿Cómo harán las obras de mantenimiento mayor? Rudolph Giuliani aplicó la teoría de las ventanas rotas con buenos resultados. Ojalá se remedie la “ceguera de taller” que parece invadir las oficinas municipales.
@basiliodelavega