Diputado, leí con atención su artículo sobre el alza de las tarifas de luz en el cual da cuenta detallada de las protestas en distintas partes del país por el alza en la tarifa comercial, a la cual se han opuesto con apagones los agremiados a Canirac.

Me llama la atención el hecho de que usted promueva el uso de las tarifas eléctricas para promover la inversión y el empleo. Señala incluso que ¨las elevadas tarifas inhiben el consumo y el buen funcionamiento de los comercios y empresas (cita textual)

Más adelante en su texto, demanda tarifas preferenciales para Veracruz acorde a la aportación del estado en generación de energía eléctrica. Incluso menciona su personal participación con el grupo de ¨el Potro¨ con el director de CFE con el fin de reclasificar tarifas para habitantes cercanos a la nucleoeléctrica de Laguna Verde.

Al respecto de todo lo anterior quisiera comentarle diputado varios puntos:

• Subsidiar de nuevo la energía eléctrica genera distorsiones en la economía y particularmente en el gasto público.
• Resulta normal que cuando los insumos para genera energía eléctrica aumentan, el costo de la energía también aumente. En este caso, el celebrado incremento en el precio del petróleo implica aumento de precio en el gas natural con que funciona la mayoría de nuestras plantas de ciclo combinado.
• Creo que tiene razón en el sentido de que al energía es un insumo básico no sólo para el comercio sino también para la industria, y que costos más competitivos, generan economías de escala en la actividad económica en general.

Hasta aquí estamos de acuerdo. Sin embargo hay un problema muy grave, que tanto la CFE como los legisladores omiten no sólo analizar, sino ni siquiera comentar, porque implicaría obligar a la propia CFE a convertirse en una empresa de calidad y de ¨clase mundial¨ como falsamente indica su slogan.

Mire, por un lado, la calidad del suministro de energía eléctrica en este país deja mucho que desear. Las fluctuaciones de voltaje son frecuentes y elevadas, lo que implica daños a la maquinaria más fina de las industrias, paros costos y al final de cuentas efectos económicos negativos.

Por otro lado, todos sabemos que el robo de energía y el fraude en su uso están a la orden del día. Me explico, CFE sabe perfectamente en que lugares existe robo del fluido eléctrico mediante conexiones no autorizadas ni reguladas. También puede realizar las inspecciones pertinentes para descubrir los famosos ¨diablitos¨ en comercios, industrias, oficinas y casas particulares. Y sin embargo no lo hace. Al no realizar su trabajo de inspección a los consumidores y protección de un bien de la nación, la propia CFE se convierte en cómplice de quienes cometen estos delitos. Delitos que por cierto, pagamos todos, ya que el costo de producción se le cobra a los consumidores registrados y controlados, que tienen que pagar incluso los robos de otros consumidores favorecidos por la incompetencia e ineficiencia de los correspondientes funcionarios en CFE.

Como usted sabe, hay tarifas comerciales, industriales y habitacionales (cualquiera que sea el nombre actual), algunas más altas que otras, pues se ha utilizado la energía tal como usted propone. Sólo que los consumidores juegan con dichas tarifas, en muchos casos en complicidad y en otros con la omisión de los propios empleados de CFE. Me explico, si una casa, oficina, comercio o industria tiene varios medidores, y en unos tiene la tarifa correcta y en otros tiene una tarifa subsidiada, automáticamente se genera una distorsión en la economía. Una empresa o persona que pague correctamente su energía eléctrica, pagará más que otra que utiliza cualquier trampa o subterfugio para pagar menos. Lo cual a su vez genera competencia desleal.

Cuando uno presenta una queja en CFE, invariablemente comentan que no poseen el marco legal para poder legalizar y poner en orden a todos aquéllos que o se roban la energía o utilizan trampas para pagar menos, como es el caso de las casas habitación que cuentan con dos, tres, cuatro o más medidores, y en todos evitan caer en la tarifa DAC (de alto consumo), cuando en sí, la casa habitación debiera tener un solo medidor.

Estas trampas permitidas tanto por la ineficiencia de la CFE como por la pretendida falta de un marco legal adecuado, que incluso sancione a los empleados de CFE que no verifiquen o verifiquen de manera incorrecta el uso en cada tarifa en cada unidad con medidor, implica a su vez pérdidas de miles de millones de pesos al año.

Esas pérdidas se compensan en parte con subsidios fiscales, que debieran ser aprovechados en beneficio de los mexicanos, y también con tarifas más altas a los clientes cautivos que pagan correctamente su energía. Como siempre, en México se premia al delincuente y se castiga al honrado.

Lo invito a conocer a fondo el tema y en su caso, a presentar una iniciativa de ley que permita corregir estas distorsiones de mercado. Sin importar que sea una medida impopular, pero considerando que sería una medida que beneficie a la Nación.

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