El Papa Francisco culpó al «diablo» de las divisiones y escándalos en la Iglesia, por lo que ha pedido rezos para San Miguel Arcángel. «El diablo está vivo, goza de buena salud y está trabajando horas extras para erosionar a la Iglesia Católica», advirtió. El Papa está convencido de que Satanás es el culpable de la crisis que sufre la Iglesia por los abusos sexuales y sus profundas divisiones interiores. La información es de «Reuters» y la publica «Reforma»