SE TIENE entendido que el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya confirmó su asistencia a la ceremonia del primero de diciembre, donde el ahora Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, rendirá la protesta de ley como nueva mandatario nacional. Es posible que el dictador venezolano, decida, finalmente, no asistir, pero si lo hace se va a encontrar con un alto grado de repudio en el país, porque sencillamente, es uno de los mandatarios internacionales que no es grato a una buena parte de los mexicanos que conocen las condiciones en que se gobierna al pueblo venezolano.
Y no es grato, solamente, para los mexicanos, sino también para muchos otros pueblos de la tierra que, sencillamente, no están de acuerdo con la violación de los derechos humanos, principalmente, que se practica en aquél país, además de otras condiciones que generan un permanente sufrimiento de la gente, debido, a la mala administración generada por un gobierno represivo y dictatorial.
La invitación que le hizo el Presidente electo de México, para acompañarlo en el trascendental acto político que tendrá lugar para concretar la sucesión presidencial, fue aceptada, pero no reflexionada, ni por quien invita, ni por quien acepta, sabiendo de antemano que existe, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo, un especial rechazo para el mandatario internacional que gusta de hablar con los pajaritos para recibir los mensajes de su antecesor ya fallecido, el Coronel del Ejército Hugo Chávez Frías, quien le dejara el mando al momento de morir y también para entrar en su cuarto mandato constitucional al frente del gobierno venezolano.
Pero esa es otra historia, lo que ahora se quiere significar es que a López Obrador, lo han comparado, antes de comenzar su gobierno en México, con estos recientes mandatarios de Venezuela, como fue Hugo Chávez, y ahora Nicolás Maduro, a quienes la democracia en su pueblo, les valió poco, pero sobre todo, por tomar decisiones propias con ciertos tintes dictatoriales, haciendo referencia a que el Presidente electo de México, había tomado, desde hace tiempo también, el modelo político de aquél país.
Es así, que al venirse los tiempos en que ya López Obrador, ha ganado las elecciones, lo han declarado Presidente electo de México, y que tomará posesión de su cargo el primero de diciembre próximo, haya invitado a uno de los personajes no gratos para el pueblo mexicano, por los antecedentes que hemos citado, para que asista a esta ceremonia del inicio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero lo peor de todo, es que ya se ha iniciado una serie de opiniones en el sentido de que la invitación a Nicolás Maduro, confirma una relación oficial y hasta amistosa del futuro gobernante con el Presidente actual de la nación venezolana, Nicolás Maduro, por lo que consideran que esta invitación debiera ser retirada por el futuro gobernante mexicano, o bien, rechazada por el Presidente de Venezuela, sabiendo de antemano que existen muchas razones como para no asistir a un evento dentro de un país, que todavía, se considera democrático, tal y como se confirmó con el triunfo del propio López Obrador, independientemente del respeto a los derechos humanos de los mexicanos, donde parece que hay muchas deficiencias y que corresponden, de alguna manera, todavía al vigente gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, el rechazo de la visita de Nicolás Maduro, a México, parece ser uno más de los errores que ya se le atribuyen al futuro mandatario nacional, cuando, es cierto, aún no comienza su gobierno, lo que podría derivar en más protestas durante los días por venir y hasta en el momento mismo de la ceremonia que concreta la sucesión presidencial.
Hasta ahora, Nicolás Maduro, es el primero de los mandatarios internacionales, cuya visita es rechazada, muy aparte de las protestas que se hicieron patentes cuando se supo que hubo invitación para el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien de plano, sabiendo que su presencia también era rechazada en México, prefirió no asistir y mandar una representación de su gobierno, a esta ceremonia del primero de diciembre próximo.
Así es como están las cosas para López Obrador, y para Nicolás Maduro, dos personajes que se dice están plenamente identificados. El primero por que se dice aceptar, de alguna manera, el movimiento chavista de Venezuela, y el segundo por hacerse querer, aceptado venir a México, donde, de plano, parece ser que nadie lo quiere.
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RESULTA QUE TAMBIEN comienza a circular el rumor de que posiblemente haya alguna manifestación de desacuerdo entre los Diputados Federales y Senadores de la República, que no pertenecen a Morena, por la invitación que se hizo a Nicolás Maduro, para que asista a la ceremonia de toma de posesión del nuevo Presidente de la República, en México.
Se dice que durante el desarrollo de esta ceremonia, podría concretarse el rechazo de la presencia del Presidente venezolano, por algunos legisladores federales, lo que no podría ser callada, por tratarse de integrantes del Congreso federal.
Lo que podría estar confirmado son las manifestaciones afuera del recinto legislativo, pero esas muestras de inconformidad sí serían detenidas, pero las que se generen dentro, va a ser un tanto imposibles de evitarlas, por lo que le echarían a perder al Presidente electo, que para esas horas ya sería el Presidente de la República, una ceremonia tranquila.
De ahí que sobre este tema del Presidente de Venezuela, tiene mucho, todavía, que conocerse en los próximos días, cuando se vaya acercando la fecha del primero de diciembre.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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