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Reuters

Al menos 6 mil venezolanos pugnaban el martes por ingresar a Perú por la frontera con Ecuador antes de que expire un plazo para solicitar un permiso temporal de permanencia en el país, generando un colapso de los servicios y largas filas de niños y mujeres, dijo un funcionario de la Defensoría del Pueblo.

De acuerdo a la oficina de migraciones, solo los venezolanos que ingresen a Perú hasta el 31 de octubre podrán acogerse al Permiso Temporal de Permanencia (PTP) que les permite trabajar y estudiar legalmente, un estatus que diseñó el Gobierno para ayudar a los migrantes que huyen del país petrolero.

«La situación es preocupante», dijo a Reuters Abel Chiroque, jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Tumbes, desde una oficina de migraciones ubicada en la frontera con Ecuador.

El funcionario afirmó que, según autoridades de aduanas, se espera antes del miércoles la llegada de otros 4 mil venezolanos, que llegan con niños, en momentos que los servicios de agua, baños y alimentos para los migrantes están saturados.

«Continúan llegando, lo preocupante es que los tiempos de espera se han incrementado. Ayer (lunes) en el monitoreo realizado casi a la medianoche, advertimos que las personas esperaban su turno durante 22 horas», dijo Chiroque.

Casi medio millón de migrantes venezolanos están en Perú, cinco veces más que a fines del año pasado, según cifras oficiales, una diáspora tras cinco años de crisis económica bajo el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que niega la existencia de una migración masiva de sus compatriotas.

Perú fue el primer país que creó un estatus legal para que los venezolanos puedan trabajar en el país, aunque este año comenzó a restringir la migración en medio de preocupaciones de seguridad. Además conforma el Grupo de Lima, un organismo integrado por una decena de países de América que busca una salida a la crisis en Venezuela.

El presidente Martín Vizcarra dijo el lunes que su Gobierno evalúa si seguirá otorgando el permiso que regula el estatus de los venezolanos, tomando en cuenta la disponibilidad local de los servicios de educación, salud y la demanda laboral.

«No podemos tener este permiso abierto indefinidamente», dijo el mandatario. «Tenemos que buscar el equilibrio entre nuestra actitud solidaria con la posibilidad real de darles atención a ellos y a nuestros compatriotas», sostuvo Vizcarra.