Me acaba de enviar mi amigo y paisano Froylán R. Hernández Lara un Whats de esos que hay que guardar para la posteridad. Hay que guardarlo en una cápsula del tiempo y abrirla en unos cuantos años, no sé, se me ocurre que podría venir estipulado en el testamento personal y encargárselo a los nietos o bisnietos que abran la cápsula para que sepan (ellos) de qué manera se ha movido numéricamente hablando el marcador de sus ancestros.
¿Pero de qué habla este loco, se preguntarán ustedes? Me explico. El WA del Lic. Hernández Lara trae una información que todos los seres humanos, sin excepción de nadie, deberíamos saber y conocer. Es más, lo deberíamos tener muy presente para saber de dónde venimos y tratar de establecer un modelo prospectivo que nos permita construir los escenarios posibles de nuestra descendencia en los próximos 30, 40, 50 años o más.
Y aquí está lo nodal. ¿Sabía usted que si hiciera una retrospectiva de sus raíces ancestrales, digamos que de 11 generaciones hacía atrás, cada ser humano, usted y yo, tenemos la friolera de 4,094 ancestros, todo esto en aproximadamente 300 años antes de que naciéramos? Léalo muy bien para que no haya ninguna duda, ¡4,094! Y desgrano la cifra para que les quede más claro el dato. Cada uno de nosotros somos producto de 2 padres, de 4 abuelos, de 8 bisabuelos, de 16 tatarabuelos –se dice fácil, pero son un txingo-, de 32 trastatarabuelos, de ¡64 pentabuelos!, de ¡128 hexabuelos!, de ¡256 heptabuelos!, de ¡512 octabuelos!, de ¡1024 eneabuelos!, y de ¡2048 decabuelos!
Todo este recuento en un total de 11 generaciones y, repito, 4,094 ancestros en un brevísimo lapso de tiempo de aproximadamente 300 años antes de que naciera el de la escritura, y usted y todos los que habitamos este planeta, sin excepción. Y es que de ahí al año de 1492, emblemática fecha del supuesto descubrimiento del continente americano, hay menos de 200 años, hecho histórico en donde seguramente está la raíz europea de muchos de los habitantes del nuevo mundo, poniendo por caso el del que es oficialmente reconocido como uno de los primeros mestizos nacidos en la Nueva España, el génesis del novohispano y/o mexicano futuro: Martín Cortés (1922). Lo anterior excluyendo a los mexicanos hijos de europeos a partir de una generación anterior o próximas subsecuentes, pero todos, sin excepción, provenimos de la misma cifra de ancestros a partir de 11 generaciones hacia atrás.
Qué interesante, pero todavía lo más sorprendente de todo esto que estoy relatando es saber cuánto ignoramos de nuestros bisabuelos, para no ir más lejos. Mi abuela materna fue, por ejemplo, comerciante de toda la vida, y sus padres también, o sea mis bisabuelos, pero de ahí pal real quién sabe. Acabo de escribir un trabajo sobre la historia de mi escuela primaria en Córdoba, y como parte de la investigación documental que hice sobre los antecedentes de mis profesores, tres catalanes, un ciudarealeño (Ciudad Real, Castilla-La Mancha) crecido en Valencia, una valenciana y un villacañero, Francisco Javier Parrilla Benita (Villar de Cañas, Cuenca, Castilla-La Mancha), en donde de este último descubrí sus antecedentes genealógicos que se remontan por la parte Benita al siglo XV. Se consigna que Miguel de Benita, el antecedente más remoto del profesor, es padre de Juan de Benita, del que se dice que fue regidor de Villar de Cañas en el año 1508, o sea, ¡este último hombre nació en el siglo XV!, y familiar directo del profesor de quinto año de mi querida escuela primaria.
Terminaré diciendo que tengo amigos cordobeses que descienden de alguna de las familias de los 30 fundadores de mi tierra, es decir, sus antecedentes vivieron hace 400 años (1618). Omito los apellidos porque no se trata de transparentar ese dato personal en este espacio, pero son gente de carne y hueso.
El Whats de mi amigo Froylán termina con esta leyenda: “Hay que tener gratitud y amor por todos nuestros ancestros, por que sin ellos, cada uno de nosotros no tendríamos la felicidad de conocer este plano terrestre y disfrutar de la vida”, y vaya que si es cierto eso, y agregaría dar gracias por tener una familia numerosa, presidida en mi caso por una tía que es como mi madre y que roza los 100 años, cinco hermanos y muchos primos, sobrinos, y mi ramal particular, mi herencia, conformado por mi compañera, cuatro hijos, una nuera y una nieta que es la prolongación misma de la savia de mi sangre en esta tierra.
gama_300@nullhotmail.com
@marcogonzalezga