Las elecciones intermedias o “midterm” en la que los estadounidenses elegirán Senadores y la Cámara de representantes, serán para Donald Trump el parámetro para la presidencial del 3 de noviembre de 2020 en las que le apostará a la reelección.
Sin embargo, para este martes 6 de noviembre de 2018 en que se celebrarán dichos comicios, el Presidente D. Trump tiene en contra un escenario muy singular en donde prevalecen mayoritariamente las adversidades: los errores en su forma de dirigir la política de su país que lo colocan hoy con una bajísima popularidad (35 %); los escándalos sexuales (pagos a actrices porno) según las revelaciones de su ex abogado Michael Cohen, los fraudes de colaboradores de su campaña ; la investigacion de la “trama rusa”, donde se ha inculpado a su exjefe de la campaña Paul Manafort; su intolerancia frente a los medios de comunicación a los que intenta siempre tratar como “retrasados” al buscar tergiversar la verdad , exponiendo medias verdades o noticias falsas ( según Washington Post, dice un promedio de 5 mentiras diarias) ; su tendencia de tener siempre a México, contra la pared: amenazas del muro, las deportaciones y la separación de niños migrantes de sus padres, la cancelación del DACA y la marcha atrás al extender una prórroga de 6 meses, en virtud de los efectos en su popularidad; así mismo, la condenación a los migrantes latinos y árabes tratándolos como terroristas y su volubilidad en la toma de decisiones que lo exhibe como una persona poco seria y soberbia.
Igualmente los problemas al exterior: las amenazas bélicas al régimen de Pyongyang, su política errática contra China a la que presiona para que rompa lazos con Corea del Norte, lo que no va a suceder y a cambio pone sanciones a este país. Y ya ni que decir de lo que está sucediendo con la intervención de los Estados Unidos en Medio Oriente (Irak, Afganistán, y Siria) en su lucha contra el terrorismo, en donde por una parte, habla de que “el peor error de la historia del país fue meterse en el medio oriente desde el Presidente Bush”, pero por otra parte se habla que él sigue aceptando la inyección financiera en fuerzas y armamento en esos países ( 5.6 billones según la Universidad de Brown) .
Todo ello, son eventos que representan una gran carga para su popularidad y lo debilita frente a las “midterm”, teniendo sólo a favor su política económica que le concede un repunte leve pudiendo terminar el año 2018 con buenas cifras, lo que es un paliativo para hacerlo valer y poder así conservar aún un porcentaje importante de sus incondicionales seguidores.
Pero revisemos cómo están integradas las Cámaras de ese país y las tendencias para las elecciones intermedias del próximo martes.
La Cámara de Senadores se compone de 100 curules –los 50 estados eligen dos senadores—cuyos titulares duran un período de 6 años. Hoy los republicanos tienen la mayoría con 51 y los demócratas tienen 47. En el caso de la Cámara de Representantes, los estados están divididos en 435 distritos, los titulares duran es su encargo dos años. Actualmente el Partido Republicano cuenta con la mayoría en la Cámara, ocupando 235 y los demócratas 193. El tener la mayoría en ambas Cámaras es lo que le ha permitido a Trump tener un margen favorable de maniobra en la primera etapa de su gobierno.
Ahora bien, la jornada electoral se desarrolla a través del método de voto popular directo, no como en las presidenciales que el voto es indirecto a través de los representantes y son calificadas a través del Colegio Electoral. Luego entonces, dadas las circunstancias actuales para Trump, muy diferentes al escenario de la elección 2016, los resultados pueden dar un giro inesperado, pudiendo caer en los siguientes escenarios:
1) Que las Cámaras se dividan, una con mayoría Republicana y otra Demócrata.
Si los demócratas obtienen 24 curules como mínimo en la de Representantes, tendrían el control de ésta. Si este escenario surgiera, éstos llevarían a cabo un bloqueo institucional. Sin embargo, si no alcanzaran la mayoría en la Cámara de Senadores, perderían el control del Senado y se verían también impedidos para poder poner a voto sus propias medidas.
2) Que los Republicanos controlen ambas Cámaras;
Este sería el mejor escenario para Trump, para conservar su dominio sobre el Congreso como hoy lo tiene. Pero para que ello ocurra, los Republicanos necesitan mínimo obtener los curules que ya ocupan. De concretarse, éstos tendrían la facilidad de seguir gobernando como lo han hecho durante los últimos dos años y las probabilidades serían mayores para una reelección.
3) Que los Demócratas controlen ambas Cámaras.
Los Demócratas tendrían no solamente el poder de poner en marcha su programa, inclusive en caso de veto del presidente, también podrían oponerse a los nombramientos de Donald Trump y la reelección tendría una probabilidad muy baja.
En suma, ¿Cómo estarían las tendencias entonces con todos los altibajos del gobierno de Donald Trump?
De acuerdo con FiveThirthyEight , los Demócratas tienen 84% de probabilidades de obtener la mayoría en ambas cámaras y el partido Republicano tiene un 16%.
Si eso sucede, sin duda Trump habrá de cambiar su estrategia a un “plan emergente”, para conservarse en el ánimo de los votantes para el 2020. Ya que sin control en las Cámaras, las mismas pueden crear el contrapeso para la recomposición del sistema político, económico, social e internacional de los EEUU pues buscarían recuperar el equilibrio perdido.
Pues esperemos entonces que hablen los resultados de este martes 6 de Noviembre y que sea lo mejor para ese país, del que no podemos negar que necesitamos para crecer también los mexicanos en muchos rubros.
Por lo tanto vale la pena recordar que: “cuando veas las barbas de tu vecino mojar, pon las tuyas a remojar”, para que el nuevo gobierno federal lo considere y se esfuerce en ser eficaz. Porque de no hacerlo, no es remoto que ese sea el posible escenario para 2021 en las intermedias de México.
El tiempo es el mejor aliado y nos dará la respuesta.
Gracias y hasta la próxima.