Qué más quisiera que bajaran, hay un diferencial entre lo que se cobra en México y lo que cobran los mismos bancos en el exterior por los mismos servicios bancarios, tasas de interés y comisiones.
Se habla de un diferencial importante, tan alto que el senador Ricardo Monreal lo ha llegado a calificar como “cercano a la usura”. De ahí partió su iniciativa para regular ese cobro de comisiones y de tasas de la banca en nuestro país.
Pues hay que aplaudir sin duda esa iniciativa, pero también hay que verla con escepticismo y, es más, yo diría que hasta con pesimismo.
Lo anterior parte de que no creo que el presidente electo de México se atreva a echarse ese trompo a la uña en estos momentos en los que los inversionistas tienen puestos los ojos en el país, sobre todo después de la cancelación del nuevo aeropuerto para la ciudad de México.
Además creo que habría una razón muy poderosa, entre otras más posibles, que harían que Andrés Manuel contenga las ansias de justicia social muy justas de Ricardo Monreal. Esta explicación que voy a dar, y que he comentado con algunos cercanos, hay quienes no la comparten en principio porque, me dicen, era la típica forma en la que se hacían las cosas en el priato y aun hasta con el mismo panismo.
Pero no, yo creo que hay una palabra empeñada –compromiso- por parte de Andrés Manuel que lo va a hacer decirle, ordenarle para que me entiendan, al senador Monreal que su iniciativa no más no va a pasar.
Y me explico por qué llego a esa conclusión.
En octubre pasado, ahí por el veinte y tantos, Andrés Manuel recibió en la casa de transición para comer junto con su esposa la señora Beatriz Gutiérrez Müeller, a la mera jefa a nivel mundial de Banco Santander, me refiero a la poderosa banquera Ana Botín O’Shea (Santander 1960). En esa comida que fue de concurrencia muy selecta seguramente, el presidente electo se comprometió con doña Ana que su banco –y por ende con todos los demás que integran el sistema bancario mexicano- iba a tener en nuestro país “(toda la) seguridad. Necesitamos de su inversión, no basta la inversión pública ni la privada de origen nacional: es necesaria la inversión extranjera”, y tuiteó en su cuenta: Cuando fuimos a Cantabria, en 2017, cenamos con Miguel Ángel Revilla, presidente de ese país autonómico. También nos acompañó Ana Botín, presidente del Banco Santander. Hoy nos volvimos a encontrar; la invité a comer a la casa.
Luego entonces la relación del electo con gente de esa talla es inmejorable, lo que refuerza mi convicción de que Monreal se va a quedar con las ganas. Pero además, que me parece que son cosas que cuentan, el abuelo materno de Andrés Manuel era natural de Ampuero, que es un municipio cántabro y, como para acabarla de amolar, Miguel Ángel Revilla, el presidente (gobernador) de la Comunidad Autónoma de Cantabria, es muy, pero de veras muy amigo de López Obrador, y éste a su vez es un aliado de la señora Botín, independientemente de que es un economista, “empleado bancario en excedencia” (jubilado pues).
O sea, cuando entre cántabros te ves todo puede suceder. Por lo tanto yo no creo que vaya a pasar la iniciativa de Monreal, muy plausible y merecedora de todo el apoyo por lo demás.
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