«No me impresiona tu profesión, ni tu manera de vestir, ni tu concepto de moda, ni tu estatus social o económico, ni tus posibilidades financieras, ni tus pertenencias. Me impresiona como piensas, tus convicciones y tus valores, me impresiona cuán limpio es tu corazón, tu trato hacia los demás, tu humildad como persona, y como alimentas tu espíritu y tu intelecto». El correo lo envió José Luis Nava y fue tomado de «splendiomno-org». Foto de DCNE». ¡Feliz día del Hombre!