La novela es un retrato del conjunto de la sociedad siciliana. Está la tensión entre la monarquía, asentada en Nápoles y con un proyecto renovador, y la resistencia de la nobleza de origen feudal conservadora.

Leonardo Sciascia

Editorial Origen-Seix Barral

Barcelona, 1984

pp. 187

La historia transcurre entre 1782 y 1795 en Sicilia. Cuenta la vida de un capellán maltés, el abate Giusseppe Vella, que crea dos falsos manuscritos con supuesto carácter histórico: El archivo de Sicilia, y el Archivo de Egipto.

Con estas obras se propone ascender en la jerárquica y cerrada sociedad siciliana, obtener fama, reconocimiento y también dinero.

En paralelo se narra la vida de Francesco Paolo Di Blasi, abogado, y personaje histórico, al igual que el anterior. Es un hombre ilustrado y cabecilla de una revolución fallida en contra los poderosos de la época.

En la historia aparecen también algunos de los personajes más influyentes del Palermo de su tiempo. Todos tienen carácter histórico.

La primera falsificación es la alteración de un manuscrito árabe que narra la vida del profeta Mahoma. Lo modifica para que aparezca como una historia de Sicilia que nadie conoce.

El éxito obtenido con su primer fraude lo anima a seguir. Ahora crea un extenso volumen, también supuestamente árabe, El archivo de Egipto, que demuestra cómo a lo largo de los siglos la nobleza siciliana se ha dedicado a hacer suyos bienes que pertenecían a la comunidad.

Los nobles entran en pánico con el “descubrimiento” del abate Vella. El texto demuestra que sus privilegios y sus propiedades no están avaladas por la historia y por lo mismo son ilegítimas.

Con la historia del abate Vella y del ilustre Di Blasi se cuenta también la del Palermo de finales del siglo XVIII. Sus estructuras políticas, las miserias sociales y también las del poder.

La novela es un retrato del conjunto de la sociedad siciliana. Está la tensión entre la monarquía, asentada en Nápoles, que tiene un proyecto renovador y la resistencia de la nobleza de origen feudal conservadora.

Está también presente el enfrentamiento, que se expresa como algo nuevo, entre los primeros iluministas ilustrados y los guardianes inquisitoriales de la ortodoxia tradicionalista.

La novela es una crítica al poder y al fanatismo. Hay también una la reflexión profunda sobre el origen de los problemas de Sicilia y la oposición constante entre las fuerzas modernizadoras y las tradicionalistas.
Las referencias a Sicilia, siempre presentes en la obra de Sciascia, valen también para todas las realidades. Se presentan de tal forma que trascienden lo local y se proponen como temas de carácter universal. Son los propios de la condición humana.Versión original: Il consiglio d’Egitto, 1963. Traducción del italiano al español de Ana Goldar.

@RubenAguilar