*De Mark Twain: “Un banquero es alguien que te presta un paraguas cuando el sol brilla y te lo reclama al caer la primera gota de agua”. Camelot.

DE LOCOCHONES Y OTRAS COSAS

Un par de morenistas dieron la nota esta semana. Uno, locochón de nacimiento, el otro, más cuerdo. El primero, Félix Salgado Macedonio, a quien en los tiempos de su perredismo brutal le llamaron Maspedonio, porque agarraba por su cuenta las parrandas. La historia es corta. Gobernadores electos del PAN Y el góber electo de Jalisco, Enrique Alfaro, del MC de Dante Delgado, mandaron a decir, abiertamente, al amoroso AMLO, que para ellos los famosos y poderosos delegados federales les harán lo que el viento a Juárez, ni despeinarlos. La Soberanía y el Pacto Federal no juegan en este campo. Es común que todos piensen que los delegados federales serán poderosísimos y estarán muy arriba de los gobernadores, porque serán los que bajen los fondos económicos, aprobados por AMLO, para los gobiernos estatales y municipales. Sé de alcaldes veracruzanos que hacen cola pidiendo una audiencia con quien será el delegado federal en Veracruz, un tal Huerta Ladrón de Guevara. Una nueva forma de gobernar alumbra esta patria nueva que pide perdón y olvido y no termina de contar a sus muertos. Macedonio dijo que si los gobernadores no se alinean, ellos, desde el Congreso, los pueden desaforar, o dar de baja, o sacarles tarjeta roja, la clásica desaparición de poderes, pues. Este equipo aún no entra a gobernar y ya dan mucha guerra. Hay frentes abiertos por todos lados y deben recordar que cuando Hitler abrió varios frentes de guerra, en algunos perdió y perdió la Segunda Guerra Mundial, por andar de caprichoso abriendo frentes de guerra por todos lados. Es de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, anda del tingo al tango, alguna vez vino a esta Orizaba a querer tirar la estatua de Porfirio Díaz, que ahora los regidores del Ayuntamiento de Orizaba quieren quitar del sitio donde se encuentra. Maspedonio da guerra, López Obrador debe decirle: “No me defiendas, compadre”. Quitar a un gobernador no será tarea fácil, aunque se tenga mayoría en el Congreso. Pedir la desaparición de poderes, solo porque no eres de los nuestros, no se vislumbra en la vocación que tiene el presidente electo, que conoce de estos vericuetos legales. Podrá andar espantando a la mafia del poder y a otros tantos, pero despojar a un gobernador electo constitucionalmente, no es tarea fácil, ni yendo a Coppel por un crédito blando. A Félix le han conocido y llamado ‘Diputado Costales’, porque alguna vez en el paroxismo de su locura, vació un costal con boletas electorales falsas en el mismo Congreso de los diputados, y de allí su apelativo.

LOS PODERES DESAPARECIDOS.

La desaparición de poderes se da cuando un gobierno ha perdido legitimidad y se presenta la ingobernabilidad. Se van todos, desde el gobernador hasta los diputados de su Congreso. En 1960-61 lo hicieron en Guerrero, pero era cuando el PRI todo tenía y todo mangoneaba y mayoriteaba, como ahora Morena, quizá por eso se envalentona Maspedonio. Otro fue en Hidalgo, 1975, la mano de Echeverría se dejó sentir porque ese gobernador, Otoniel Miranda, le caía gordo. A un mes de que protestó, Echeverría le cantó: ‘Zongo le dio a Borondongo. Bernabé le pegó a muchilanga, le dio a Burundanga y le jincha los pies’. Y pa’ afuera. Uno menos en el sexenio de Arriba y Adelante. Al mismo AMLO se la quisieron hacer cuando era jefe de Gobierno del DF.

EL OTRO CASO (MONREAL)

El otro caso es de una gente cuerda, morenista. Una gente que ha militado en todos los partidos de poder, fue priísta y un día fue expulsado de esa bancada y Fidel Herrera Beltrán, que en su curul de diputado tenía dos oficinas, le cedió una a Monreal y este hombre le agradeció por siempre tener un lugar donde legislar, cuando olía a apestado por el PRI, luego anduvo en el PRD, que lo hizo gobernador de Zacatecas, militó en el PT y ahora morenista hasta los huesos. Jefe de la delegación Cuauhtémoc, con Morena. A Ricardo Monreal Ávila, apenas se le vio en el programa de Loret de Mola, Al despertar, y expuso su tesis del porque quieren reducir y en algunos casos quitar las dichosas comisiones bancarias, que los bancos multiplican sus ganancias. Le dijo el comunicador si estaba enfrentado a López Obrador, y respondió que no, que el Ejecutivo hace su trabajo y ellos el suyo. Es bien vista por la población, y hasta aceptada por los bancos, que las comisiones bancarias en México son más altas que las tasas mundiales. Lo han aceptado los banqueros, lo reconoce la población y Monreal dice que no han dado marcha atrás, que ya se sienta con los banqueros y que cuando se sienta cuida su cartera (eso es mío), que seguro los acuerdos llegarán en el primer trimestre de que comience la Cuarta Transformación, que ellos esperan no sea una Transformación de Cuarta.

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