FIN DEL AÑO LITÚRGICO Y DE LA ADMINISTRACIÓN FEDERAL Y ESTATAL.
Este domingo 25 de noviembre de 2018, el calendario litúrgico de la Iglesia católica llega a su final con la celebración de JESUCRISTO COMO REY DEL UNIVERSO. La realeza y la soberanía de Jesús son de naturaleza muy diferente a la de los monarcas de este mundo, como el mismo Jesús lo dice “Mi Reino no es de este mundo” (Jn 18, 36).
El Reino de Jesús no consiste en el dominio de los pueblos o el sometimiento de los demás; su autoridad no se expresa anexándose territorios o mediante la fuerza de las armas o imponiéndose. El Reino de Cristo, como lo expresamos en las oraciones de este domingo, es “un reino de verdad y de vida, un reino de santidad y de gracia; un reino de justicia, de amor y de paz” (Prefacio de Cristo Rey)
El hecho de que el Reino de Cristo no sea de este mundo significa que su soberanía no le viene concedida por los seres humanos, sino por el mismo Dios; su autoridad la recibe del Padre celestial. El Reino de Jesús no es de tipo político o terrenal, sino de tipo espiritual. El reino de Jesús no obedece a la lógica de la fuerza o de la violencia sino a la lógica del amor. Por eso, Jesús como Rey del universo, no se comporta como los reyes de este mundo.
El final del año litúrgico en la Iglesia católica, coincide también con el final de la administración federal y estatal. El día 1 de diciembre habrá un nuevo presidente en nuestro país y un nuevo gobernador en Veracruz. Los desafíos que enfrentarán no son menores.
La gente salió a votar el pasado primero de julio deseosa de una transformación positiva. Nunca para que se pretenda robarles los valores fundamentales como la vida humana, las instituciones familiares y las libertades fundamentales. Se necesita trabajar en la pacificación del país y del Estado, proteger los derechos humanos, fomentar el estado de Derecho, acabar con las diversas formas de corrupción y de impunidad, superar la pobreza, generar empleos, ofrecer un gobierno transparente y cercano a la gente, en pocas palabras un trabajo comprometido por el bien común.
La Iglesia católica, desde un ámbito diferente sirve a la misma comunidad. El servicio pastoral que prestamos en nuestro territorio diocesano nos permite conocer de primera mano algunas preocupaciones de la gente y sus necesidades más apremiantes. Señalamos brevemente algunas situaciones que requieren la protección del Estado y una respuesta firme.
LA INSEGURIDAD. Nos preocupa el problema tan delicado de la Inseguridad que ha creado muchas víctimas, y ha sembrado luto y dolor en las familias veracruzanas. Observamos que a pesar de los esfuerzos realizados, no se ha logrado erradicar o disminuir este flagelo. Esperamos que lo prometido en campaña llegue a ser realidad. Se necesita promover la cultura de la vida para que cualquier persona pueda desarrollarse íntegramente en todas las etapas de su vida, desde la niñez hasta la ancianidad.
POBREZA GALOPANTE. Veracruz es estado muy rico (recursos naturales, cultura, gente…) y sin embargo observamos también una notable pobreza y desigualad social, el campo sigue abandonado, lo que produce la gente tiene poco valor, existe mucho desempleo. Se necesita crear oportunidades para que la gente no sólo sobreviva, sino viva con dignidad.
CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD. En administraciones pasadas hubo desvíos de los recursos públicos, estamos pagando el precio de la corrupción y del abuso de algunos servidores públicos. Existe la impresión de que no se aplica la justicia debidamente.
RESPETO POR LA VIDA. El tejido social se ha ido dañando y observamos que la vida se desprecia de muchas maneras. Consideramos que debemos seguir promoviendo el respeto y la defensa de la vida en todas sus etapas, el cuidado de la familia natural y el derecho de los padres en la educación de sus hijos. La Iglesia católica estará siempre a favor de la vida en todas sus etapas.
CUIDADO DE LA INSTITUCIÓN FAMILIAR. Necesitamos proteger, promover y apoyar a la familia y el matrimonio natural. La familia es la base de la sociedad, es la escuela más importante en la vida de una persona; es un aliado fundamental del estado para contribuir en la reconstrucción del tejido social. A mayor número de familias sanas e integradas, mayores posibilidades de desarrollo social tendremos.
DERECHOS Y LIBERTADES FUNDAMENTALES. Se necesita fortalecer y cultivar el respeto de los derechos humanos de todos, particularmente de la mujer, de los migrantes, los campesinos, los indígenas y los más desfavorecidos, así como las libertades fundamentales como la libertad de Conciencia y la libertad religiosa.
CUIDADO DE LA ECOLOGÍA Y DEL MEDIO AMBIENTE. Necesitamos cuidar nuestros recursos naturales (agua, flora y fauna), observamos con preocupación que se han aprobado algunos proyectos que tienen impacto ambiental (mineras e hidroeléctricas) pareciera que se favorece la instalación de empresas que sólo buscan sus intereses económicos a costa del bien de las comunidades locales.
Estos son sólo algunos temas que nos preocupan como institución, existen otros tantos que seguramente irán apareciendo con el tiempo. En nuestra Iglesia procuramos hacer eco de las voces de nuestros feligreses, por eso también acompañamos y nos solidarizamos con quienes se sienten agraviados. Contribuiremos en todo aquello que favorezca el bien común y la protección y promoción de los derechos humanos y libertades fundamentales.
Que a México y a Veracruz le vaya bien para que tengamos un estado próspero y en paz, auguramos que quienes han sido llamados a colaborar en la administración pública se desempeñen eficientemente para buscar el progreso por caminos de paz y de justicia.

Pbro. José Manuel Suazo Reyes