Angela Merkel (64), la canciller de Alemania, deja la jefatura del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) después de 18 años de conducirlo. Seguirá siendo la cabeza del gobierno hasta el 2021, pero ya no se va a presentar a nuevas elecciones.
Los 1,000 delegados del congreso de los demócratas cristianos la despidieron de pie con nueve minutos de aplausos. A ellos, al despedirse, les dijo con claridad: “Ha llegado el momento de pasar a una nueva etapa”.
Los alemanes, con cariño, se refieren a ella como mutti Angela (mamá Angela). En estos años se ha manifestado como una mujer auténtica, de mentalidad abierta y una europeísta decidida. Es, sin duda, una estadista peculiar.
La canciller alemana siempre ha defendido el derecho a la migración, a favor de la paz, y se ha manifestado contra las posiciones xenófobas, racistas y ultraderechistas en su país y en el mundo.
Ella, como lo plantea Lluís Bassets, no sólo se ha desempeñado como canciller de Alemania sino también como “la auténtica jefa de Europa y, gracias a la elección de Trump, es la verdadera líder del mundo libre” (El País 08.12.18).
Añade que “Merkel es lo mejor que nos ha pasado a los europeos en los últimos años. Como los militantes de la CDU en la convención de Hamburgo, hay que levantar carteles donde diga danke chefin, ¡gracias, jefa!”.
En el 2005, Merkel ganó las elecciones y lo volvió a hacer en el 2009, el 2013 y el 2017. Fue la primera mujer en la historia de Alemania en ocupar la cancillería. En el 2021, al terminar su mandato habrá gobernado a su país por 15 años. Su gestión es reconocida por la mayoría de los alemanes y también a nivel internacional.
Hija de un pastor luterano y de una profesora de latín e inglés. Nace en Hamburgo y de muy pequeña la familia se traslada a la República Democrática de Alemania (RDA) donde su padre se hace cargo de la parroquia en Templin, una ciudad cerca de Berlín. De joven militó en las Juventudes Comunistas de la RDA.
En 1986, obtuvo el doctorado en física cuántica. Y tras la caída del muro y la reunificación de Alemania ingresa a la política. En 1990, es nombrada responsable del Ministerio para la Mujer y la Juventud y en 1994 del Ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear en el gobierno de Helmut Kohl. En el 2000, tras la derrota electoral de Kohl en 1998, asume la presidencia de la CDU.
A partir del pasado viernes, la nueva presidenta de ese partido, es Annegret Kramp-Karrenbauer (56), que en las próximas elecciones federales será la candidata de los demócratas cristianos a la jefatura del gobierno alemán. Los delegados eligieron otra vez a una mujer. Ella se identifica con el proyecto centrista de la actual canciller.
En la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, celebrada en mayo del 2006 en Viena, Austria, tuve la oportunidad de participar en una pequeña reunión, con el presidente Fox, en la que estuvieron Angela Merkel y Tony Blair, en ese momento primer ministro de la Gran Bretaña.
Ella me impresionó mucho por su sencillez, naturalidad y por su enorme claridad en su análisis sobre la situación mundial y cómo veía el futuro de las relaciones entre México y Alemania y entre Europa y América Latina. El mundo la va a extrañar. Ha sido una gran canciller y una extraordinaria líder mundial.