Gilberto Haaz Diez.

*Puede ser que tengas el reloj, pero nosotros tenemos el tiempo. Camelot.

EL GOBER EN ORIZABA

La semana pasada, en la celebración del aniversario de la Concanaco y la Canaco Orizaba, llegó como invitado Cuitláhuac García Jiménez, que cobra como gobernador. Después de los protocolos y de esto que lo otro, le tiraron el reclamo que aquí se ha tirado desde hace más de veinte años. La desaparición de la Caseta de Fortín. Cada pueblo pide lo que necesita. Lo que le urge, quitar lo que le lastima. El presidente de España, José María Aznar, un día que vino a Veracruz, en tiempo de Fidel Herrera Beltrán como gobernador, y Manuel Lila de Arce de secretario de Salud, pues me invitaron a comer con él un par de veces, que eso fue un privilegio para este escribiente, poder convivir con los grandes picudos, y hablando con él un poco de España, que conozco un poquito de ellos y puedo presumir, me dijo que cuando fue presidente de Gobierno, a pueblo que iba de gira le pedían todos los pobladores un tren AVE (Acrónimo de Alta Velocidad Española), no querían obra pública, no querían pavimentos, no querían agua potable, inseguridad no piden porque allá no saben qué es eso, pueblo seguro; vamos, el pueblo español la única cuarta transformación que pedían a Aznar era que llegaran esos afamados y buenísimos trenes, que gobierna y opera el Estado muy eficientemente, y que si aquí estuvieran en manos de Gerardo Ruiz Esparza, hubieran quebrado al año. Eso le pedían a Aznar. Por eso digo que cada pueblo pide lo que necesita, o le urge. (El Tren Maya de Andrés Manuel, ahí va, en ese orden)

VA LA HISTORIA DE HACE 20 AÑOS

He contado hasta el cansancio, que la primera petición que se hizo sobre desaparecer la caseta estuvo mal planteada, pedían los organismos empresariales quitarla, y eso no era posible en el radar y buchaca de Banobras y Hacienda, pues genera entre 3 y 4 millones de pesos diarios, y es una cantidad que no se puede tirar a la basura. Desde endenantes, diría Minga, debieron pedir reubicarla, o echarla para adelante donde no estorbara y dañara a las dos ciudades, Orizaba y Córdoba, o, como ahora se dio una nueva idea, su costo de 30 pesos a los autos y quién sabe cuánto a los tráileres, repartirlo entre las casetas de Esperanza y Cuitláhuac, y entonces si quitar ese horrible armatoste que solo detiene a la gente por colas y colas porque los inútiles encargados no han pedido a Capufe que ponga 12 casetas de cobro, mínimo. Cuando arreciaron las críticas y por poco hay paros, allá cuando Miguel Alemán Velasco gobernaba y Fidel Herrera Beltrán era senador, el oriundo de Nopaltepec llegó hasta estas tierras, otro que también lo hizo fue el senador, Juan Bueno Torio, que cordobés es, y que ahora en los tuiters maldice las colas de estos nefastos, se apostaron en la caseta de Fortín junto a dirigentes de cámaras empresariales, y nada se pudo. El poder de la recaudación era superior a los designios de Capufe y a los pedinches pedigüeños. Se logró entonces obsequiar una Tarjeta de Residente, para quienes vivieran en estas dos aldeas, que no pagarían al pasar, funcionó a medias, porque quienes tenían sus autos a nombre de sus empresas se les negaban, era a título personal. El problema mayor no son tanto los 30 pesos, el problema es el atasco que han creado, no hay maldito día que vayas y no te topes con 20 minutos, si bien te va, para pagar y pasar.

CUITLAHUAC EN ACCION

Bueno, como decía Aznar cuando le pedían el Tren AVE, a Cuitláhuac los empresarios le pidieron quite de una vez por todas esa caseta. El gobernador, a bote pronto, como en el tenis, dijo que sí y que en un año no existía, que él tiene palabra y si no él mismo viene y la quita con Eric, su secretario. Creo, a título personal, que es el único que puede hacerlo, por varias razones, Uno: es compañero de sector y de partido y de sentimiento del presidente AMLO. Dos: ellos son como uno mismo y forman un aro de protección y lo quiere muchito. Tres: como el segundo hombre fuerte, Manuel de la Huerta Ladrón de Guevara, será el súper delegado con poder de decidir y cambiar y retomar, muy al estilo Mandrake o Superman, pues la tienen fácil, el viejito Urzúa de Hacienda no la hará de tos cuando le digan que seguirá ingresando lo mismo, solo que lo cobrararán en las dos casetas, o la de Esperanza o Cuitláhuac. El Peje ni se enterará, si se entera le hacemos aquí una consulta totonaca, como las que él suele hacer y las manipulamos todos, empresarios, civiles y la perrada de la calle. Creo que es ahora o nunca, por lo que representó la llegada de Morena y el control de todo: Estado, Federación, Gobiernos estatales y las aldeas qué se les ocurran. Es ahora o nunca, Cuitláhuac puede lograrlo, al parecer ahora la tienen sencilla y en sus manos, en un año esta mugre caseta dejará de fastidiar a los automovilistas y transportistas y hasta a los dueños de transporte urbano, que bajarían el costo del pasaje al no tener que pagar el paso de la de Fortín. Es cosa de decidirse. O cómo diría el ínclito: “Me canso ganso”.

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