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EFE

Julio Iglesias confesó hoy emocionado a Efe, tras conocer que recibirá el premio honorífico de la Academia de la Grabación de Estados Unidos, que sigue siendo un “guerrillero de la vida de principio a fin” y que este galardón supone un “gran estímulo” para su carrera profesional.

“Es lo último que me esperaba. Es un premio que me honra muchísimo y sí lo quiero recibir, sin falsas modestias, porque es un recuerdo imborrable en mi vida“, destacó el cantante español más universal en referencia al Lifetime Achievement Award, reconocimiento que se le entregará en el marco de la próxima edición de los Grammy.

En la entrevista telefónica, Iglesias aseguró que este premio que honra su carrera y han recibido artistas de la talla de Frank Sinatra, Elvis Presley, Caruso y Miles Davis supone una “inyección de vitamina B12 multiplicada por mil”, una vitamina que, dijo, “llega a mi sistema nervioso de manera fundamental”.

Doble motivo de orgullo, afirmó, por ser el tercer español en recibir este galardón, tras Andrés Segovia (1986) y Pau Casals (1989).

Medio siglo después de su victoria en el Festival de Benidorm en 1968, con la que arrancó una de las más extraordinarias carreras de la historia de la música, Iglesias (Madrid, 1943) se sigue considerando un “guerrillero” de la vida, porque el esfuerzo y la pasión forman parte integral del tejido de su existencia.

“He sido un guerrillero porque a mí todo me ha costado trabajo en la vida. Yo no tenía piernas, estaba muerto, y tenía el alma en vilo”, comentó, con el trasfondo del terrible accidente de tráfico que sufrió en 1963 y que estuvo a punto de costarle la vida.

Ese “alma en vilo” le ha llevado durante el curso de los años a “jugarse el tipo”, a “dar curvas, de vez en cuando más rápidas”, y sin las cuales, dice, la vida dejaría de ser el arte de seducción que el cantante ha ejercido por todo el mundo.

Una seducción de rango universal: no otra cosa son los más de 350 millones de álbumes vendidos, que le convierten en el artista latino más exitoso de la historia de la música.

La condición de “aventurero” ha sido también un elemento sustancial de su vida y destino, porque, si no, explicó, “¿cómo vas a cantar en tantos idiomas (14) con un esfuerzo terrible?”.

Preguntado si sigue siendo “bohemio, poeta y golfo”, como dice la letra de “Quijote”, uno de sus mayores éxitos, contesta con su habitual sentido del humor que “golfo mucho menos” y bohemio a los 75 años es “muy difícil cuando no eres un genio”. “Y yo no lo soy”, dijo.

Tampoco el cantante ha logrado vivir en paz, al igual que el vagabundo de esa canción, porque se considera un “guerrillero total de principio a fin”, hasta el punto que, sentenció, “dejar de ser guerrillero sería dejar de querer seguir viviendo”.

Sobre la posibilidad de volver a componer canciones, el cantante de éxitos mundiales como “La Carretera”, “Amor, amor”, “Hey!”, “Me va, me va”, “Careless Whisper”, “Nathalie” y “Caruso” reconoció que escribir canciones como “Me olvidé de vivir” o “De niña a mujer” es imposible.

“Son canciones que marcan una época de mi vida, y esa emoción más intuitiva que cerebral desaparece con los años”, se sinceró el artista, para añadir con ironía que ahora se siente un “inconformista que roba canciones”, algo que le gusta porque se trata de un “robo benigno y no se va a la cárcel”.

Hoy, cuando se le oye cantar “El amor” y “Caruso”, uno no deja de pensar en que hay “robos” que deberían considerarse patrimonio de la humanidad, en que hay una estirpe de artistas que todavía no se ha perdido.

En su último disco de estudio hasta la fecha, “México & Amigos” (2017, Sony Music), el español nos pone frente a un puñado de grandes canciones mexicanas que se confunden con su vida, canciones que el artista rehace, reconstruye con voz propia e inconfundible.

Julio Iglesias, que ha publicado más de 80 álbumes, recibirá el prestigioso galardón honorífico “Lifetime Achievement Award” por ser el “artista latino más exitoso de su tiempo” y haberse convertido en una “estrella perdurable en el escenario mundial y el embajador más popular de la música latina de su era”, señaló la Academia de la Grabación.