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Comienza la cuenta regresiva para despedir el año, ese momento en el que comenzamos a plantear nuevas metas y hacemos un análisis de las que no cumplimos en el año, comenzamos a descubrir que somos responsables de nuestros errores y las malas decisiones nada tienen que ver con otros o mercurio retrógrado. Algunos consultan el horóscopo, otros planean meticulosamente, llegarán los rituales para cumplir los planes, pero sobre todo esta época es de amor.
Este es un periodo que nos permite descansar, por unos días dejamos de pensar en las decisiones del país, se nos olvida criticar a quienes tachan de incongruentes por votar y criticar a los dirigentes, cuando en realidad es lo que deberíamos hacer todos. Este es un periodo adecuado para reflexionar como ciudadanos y el papel que hemos tenido en el año, podemos comenzar por revisar nuestras acciones, si la información y las decisiones que tuvimos aportan a lo que tanto añoramos o si sólo fingimos interés en aquello que nos convenía.
Es el tiempo adecuado para dejar de preocuparnos, para disfrutar más de aquello que de verdad importa. No son los regalos o las cenas festivas, es la oportunidad de estar con los que más amamos, ese instante en el que somos capaces de derrochar bondad, en el que creemos que toda persona debería tener más y es cuando la solidaridad y la empatía se hacen presentes. Esta etapa serán más los seres humanos compartiendo lo que tienen con otros, desearemos lo mejor a otras personas y por unos días el nivel de felicidad será mayor.
Los últimos años de diciembre serán de abundancia, el aguinaldo sirve para cubrir gastos, cumplir deseos y si se usa sabiamente para un buen ahorro o inversión. Ya llegará enero para preocuparnos de los kilos por bajar, por el aumento de salario de algunos y la disminución de muchos otros. Ya con enero podremos exigir más transparencia y seguir revisando las acciones de nuestros políticos. Por hoy solo me resta desearles lo mejor.
Que esta época seamos capaces de disfrutar los momentos familiares, que no falte comida en la mesa, que podamos compartir parte de nuestra felicidad con quienes no tienen, que seamos más sinceros con nosotros y los demás, que iniciemos un periodo de cambio individual sin responsabilizar de este a terceros, que nuestra sociedad lea más y se informe para realmente opinar, que seamos más considerados y empáticos con la vida de otros y sobre todo que nuestro entorno sea más seguro y nos permita desarrollar un mejor país, seamos agradecidos y trabajemos más por aquello que queremos. ¡Felices Fiestas!.