Agustín Basilio de la Vega
El nacimiento del “Niño Jesús” en México es un acontecimiento que a creyentes y no creyentes nos llena de alegría. Para muchos es un tiempo para obsequiar regalos, para otros, una oportunidad de reunir a la familia o de estar con los amigos más cercanos e incluso es tiempo de reconciliación.
Parece que más bien el espíritu del niño de Belén debería infundir paz y armonía aunque en nuestra sociedad posmoderna se confunde con un fuerte impulso al consumismo desenfrenado. Los aguinaldos y las campañas publicitarias se combinan para hacer creer que es más feliz quien tiene o acumula más cosas o bienes.
Este episodio del Nuevo testamento lo represento San Francisco de Asís inaugurando las escenificaciones de los “nacimientos” que se aprecian en las iglesias, hogares e incluso en plazas públicas. El Angel, la estrella “el misterio”, los pastores, los reyes magos, los borreguitos y un sin número de figuras son adornados con paxle, musgo y luces para recordarnos este bello pasaje cristiano.
En la biblia de Jerusalén encontramos varias referencias a este hecho: 15. «Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» 16. Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 1.7 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18. y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. 20. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.»
Respecto de los Magos de Oriente San Mateo escribió en su capitulo no 2: “10. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. 11. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. 12. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.» Los padres de la iglesia ven simbolizados en estos presentes la realeza, la divinidad y la pasión.
De niños la mayoría hemos recibido regalos en esta noche maravillosa y cada vez se acostumbra más realizar intercambios de regalos, los centros comerciales y las tiendas se han abarrotado pero es probable que lo más importante sea descubrir los obsequios que nos da Jesús en el nacimiento y los que nos proponemos dar a él a través de nuestras acciones y obras.
La “Paz a los hombres de buena voluntad” tal vez se pueda lograr recibiendo la “Buena Nueva” como el máximo de todos los regalos y transformarla en vida. Esa podría ser una forma de obsequiar al “Niño Jesús” un presente que no se compra con dinero sino con voluntad y que transforma la vida de todos para el bien común.
@basiliodelavega 24 de diciembre de 2018.