PARA TODOS aquellos que han creído que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya se encontraba retirado de toda actividad subversiva, pues se han equivocado, porque apenas el primero de este mes y año, han reaparecido con motivo de un aniversario mas de su levantamiento.
Y nada, que al volver al escenario nacional, sencillamente, han externado su propia posición respecto al nuevo gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, de quien dijeron que no le tienen miedo y que a cualquier provocación armada, responderán de la misma manera.
Es más, de ellos salió decir que no están de acuerdo en la forma de gobernar del tabasqueño y que tampoco comparten las primeras decisiones de su administración, refiriéndose a la construcción del tren maya y otras obras que consideran inviables en este momento.
Le criticaron seriamente el hecho de haber pedido permiso a la tierra, para llevar a cabo estas propuestas, principalmente, la del tren maya y aseguraron que las consultas que ha hecho el Presidente, son puras mentiras, porque éstas han sido manejadas a su antojo.
Vaya, que esta es la forma en que esta disidencia en los pueblos indígenas, se enfrenta al poder constitucional y amenaza con responder violentamente si el gobierno actual los molesta en cualquiera de sus formas, lo que indica que esta oposición se inserta dentro de una permanente inconformidad con los gobiernos federales, tanto de los más recientes, a partir de su aparición como en el del presente, a quien ya han advertido seriamente de su latente actividad de insurrección.
Y es que, aparentemente, estos grupos que operan en las clandestinidad, se habían mantenido alejados de la actividad política, aunque se sabía que no habían desaparecido, sino que se encontraban realizando sus propias tareas en la selva, independientemente de estar atentos a los acontecimientos de la vida nacional.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, apareció en tierras chiapanecas, con el objetivo de alcanzar un mundo nuevo, es decir, un país, donde comenzara una permanente lucha por el trabajo, por la posesión de la tierra, por alcanzar una vida digna, donde todos tuvieran techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz, extendiendo sus ideales a toda la nación, aunque con poca respuesta, ya que este movimiento político se manejaba a través de la guerrilla, cuya pretensión fue, en principio, encontrar eco dentro de toda la sociedad mexicana.
Aún cuando se supone que estaban retirados, después de sus primeras incursiones, la verdad de las cosas, es que se han mantenido quietos en su propio territorio, sin dejar, desde luego, sus principios y sus propósitos que están ligados a su primera declaración de haberse levantado en armas para poder buscar un México nuevo, donde todos tengan las oportunidades que merecen.
Actualmente, esta guerrilla, compuesta aproximadamente por cuarenta mil militantes, sigue viviendo en la marginación, aunque su movimiento les ha permitido abrirse al mundo y esperar que todos los pueblos indígenas, tengan, en alguno momento, la oportunidad de vivir mejor. Se dice que con su aparición, como un llamado de auxilio ante el Gobierno federal, así como ante los organismos internacionales, les ha servido para alcanzar algunos beneficios, entre ellos, vivir mejor, pero sin haber alcanzado, propiamente, los objetivos planteados en su primera declaración que data desde mil novecientos ochenta y tres, aunque el levantamiento se dio hasta mil novecientos ochenta y cuatro.
Los zapatistas, cuyos líderes se han impuesto una doctrina salida del zapatismo y otras corrientes idealistas, siguen viviendo con grandes carencias y en medio de la pobreza muy a pesar de que alzaron la voz, repercutiendo en todos lados, no solamente en México, sino también en el mundo entero, donde se dieron cuenta de la alta marginación de estos pueblos mexicanos.
Los gobiernos federales, se llevaron mucho tiempo en busca de la reconciliación y se olvidaron de lo principal, que era precisamente sacar de la pobreza y la marginación a estos pueblos, que se insiste, no han logrado todos los objetivos planteados en su aparición como movimiento político militar y se han replegado, solamente por cuestiones organizativas, pero no han desaparecido, sino al contrario, siguen vivitos y coleando.
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AL COMENZAR EL AÑO, se inicia también la actividad política y después de varios acontecimientos que dejó el año viejo, se encamina a concretar un nuevo rumbo, donde, seguramente, habrá mucho que decir y escribir.
En este tenor, no hay que olvidar que los partidos políticos se renuevan para enfrentar los nuevos retos de la vida política estatal y nacional y en ese sentido, hay que tomar en cuenta que Veracruz sigue siendo un territorio que todos quieren, muchas veces, a como dé lugar.
Por eso, no hay que olvidar que adelante los buenos propósitos, sobre todo, en el seno del Partido Revolucionario Institucional, donde quedó pendiente la renovación de los cuadros estatales, después de que Américo Zúñiga Martínez, se retirara voluntariamente, primero, con el deseo de participar en la búsqueda de una magistratura del Estado, y posteriormente para seguir participando en las tareas de la vida política, o tal vez, desde una trinchera particular donde ejerza sus actividades privadas y profesionales.
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DE LOS CUATROCIENTOS y más aspirantes a una magistratura del Poder Judicial del Estado, registrados ante la legislatura local, solamente van quedando una cantidad aproximada a los cientos cuarenta de ellos, que siguen siendo analizados detenidamente por el Gobernador del Estado, y su equipo, a fin de determinar a quien o quienes serán los que proponga para estos cargos importantes dentro de la administración de la justicia en Veracruz.
Es la primera ocasión que este proceso de nombramiento de nuevos magistrados, se lleva a cabo concienzudamente, dando la oportunidad a que lleguen a formar parte del pleno del Tribunal Superior de Justicia, los hombres y mujeres que mejor se encuentren preparados para estos quehaceres jurídicos.
Serán doce magistrados los que tengan que nombrarse, para lo cual, el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Áñvarez Peña, ya se prepara para recibirlos, una vez que sean propuestos y aprobados por el congreso local, pues en materia de presupuesto todo esta listo, porque, incluso, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, ha dispuesto otorgar más recursos para que se cumpla con los objetivos del Poder Judicial del Estado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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