Hay que aplaudir al gobierno que va con todo en contra del huachicoleo. Los recursos nacionales no son para que los dilapiden unos cuantos, así sean parte del “pueblo pobre”.
En la campaña político electoral del año pasado, en una entrevista que le concedió el ahora presidente de la República a Ciro Gómez Leyva, el periodista le preguntó como provocando al tabasqueño, que qué iba a hacer en contra del huachicoleo que tanto daño le hacía a las finanzas públicas del país (cuando se supone que por ahí se fugan 6 millones de litros cada día que son de usted y míos, y de mis hijos y nieta), a lo que el en ese entonces candidato le contestó, después de cavilar por breves momentos, apuntando con su dedo y ojos hacia arriba y con un gesto como de sorna dibujado en el rostro: “Se roban más los huachicoleros de arriba, los de cuello, los intocables (los de la mafia del poder) vamos sobre ellos, con todo…”, a lo que Ciro, un tanto acostumbrado a ese tipo de desplantes por parte de López Obrador le reviró enjundioso: “Pero a ver, okey, pero yo me refiero a los chupaductos, a los que todos los días sangran los ductos impunemente cometiendo ese delito, ¿qué vas a hacer con ellos…?”.
Lo que vino después, o sea la contra réplica de la contra réplica de Ciro fue una respuesta de Andrés Manuel dijo todo, menos que se comprometía a combatir con toda la fuerza de la ley al negocio del huachicol. En pocas palabras se salió por la tangente, evadió comprometerse. Cosa que era muy explicable en ese momento, estaba en campaña. Por eso hay que aplaudir su decisión de ir en contra de los que negocian con los recursos de todos los mexicanos. Ahora bien, ¿que con esta buena y plausible intención se está ocasionando una crisis mayor por el desabasto del combustible?, bueno, pues sí es lamentable que la gente que trabaja con el presidente no haya tomado las debidas previsiones. En operativos así no se pueden dejar cabos sueltos, se deben tener contempladas todas las consecuencias, no puedes tapar un hoyo destapando otro.
No cabe duda que, como decía mi mamá, el camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones o, como dice mi compañera de vida –frase típica de mi señora esposa-: “Las peores cosas se hacen con las mejores intenciones”.
Y sí, tristemente así es, pero de que hay que aplaudirle al presidente la decisión de ir en contra del huachicol de terracería y del de cuello blanco, pues eso sin duda. Tope en donde tope.
Tata Martino, Diego Laynez y Trevor Lawrence
En primer lugar diré que qué bueno que los de pantalón largo lograron contratar a Gerardo el Tata Martino. Es un entrenador fifí, de pelaje de angora, de élite futbolística. Su CV ya lo hubiera querido Juan Carlos Orozco, el colombiano locuaz. Martino ha dirigido a equipos grandes y no mamadas, al Barcelona, a la selección argentina y a la de Paraguay y acaba de ser campeón de liga mayor de soccer de los Estados Unidos. Ahora bien, no esperemos milagros, pero de que es un tipo serio y mesurado del cual se puede esperar que lleve a la selección a otro nivel, eso sin duda.
Diego Laynez, a quien algunos desmesurados se han atrevido en llamarlo “el nuevo Messi mexicano”, que es irrepetible e insustituible, qué bueno que se va a jugar a la liga de España. El roce que implica ese circuito jamás lo tendrá en la liga mexicana. Ahora bien, hay que irse con tiento, el ex americanista está en proceso formativo. Va a aprender mucho en España y en Europa.
Y de Trevor Lawrence, que es un chavo de 19 años que juega como quarterback de los Tigres de la Universidad de Clemson en el fútbol americano colegial de los E.U.A., para los que nos gusta el deporte de los emparrillados –a mí me nació la afición por este deporte gracias a que de chamaco los hermanos menores de Guillo Cházaro me platicaban las hazañas deportivas del legendario xalapeño de la calle de Jiménez, que jugó con los Lobos de la Universidad Veracruzana y que el año pasado, por cierto, cumplieron 48 años de haberse fundado-. La cosa es que este chamaco Lawrence, que levanta nada más el 1.96 de estatura, apunta para ser una estrella de los emparrillados profesionales. Es muy religioso, tiene una melena larga inspirado en la imagen de Jesucristo, y vive, según él, lo más apegado a la filosofía religiosa de Jesús. Pues bien, se le respeta al chavo su religiosidad.
gama_300@nullhotmail.com
@marcogonzalezga