Por Ramón Durón Ruíz (†)
Hay una historia que me encanta y que HOY parafraseo: “Para reflexionar sobre las maravillas de la vida, la maestra de grupo de la escuela primaria pidió a sus alumnos que nombraran lo que ellos pensaban eran las 7 Maravillas del Mundo moderno. Después de un rato de lluvia de nombres, las siguientes fueron las que más votos recibieron:
1) las pirámides de Egipto; 2) el Taj Mahal; 3) el Cañón de Colorado; 4) el Canal de Panamá; 5) el edificio Empire State; 6) la Basílica de San Pedro, y 7) la Muralla China.
La maestra notó que había una niña que no había participado en el ejercicio. Así que le preguntó:
¿Tienes alguna diferencia con el listado?
¡Sí, maestra!
Entonces la profesora le dijo:
Bueno pues léenos tú lista para conocerla.
Fue entonces cuando la niña dijo:
[…Yo creo que las siete maravillas del mundo son: 1) la maravilla de la Oración; 2) la maravilla del Amor; 3) la maravilla de la Gratitud; 4) la maravilla de la Elección; 5) la maravilla del Perdón; 6) la maravilla del Dar, y 7) la maravilla del Humor.]
Los niños guardaron silencio a tal punto que si se hubiera caído un alfiler, se hubiera escuchado [su compañera en su infantil ingenuidad aparente, había descubierto las bendiciones que diariamente la vida tiene para nosotros]; en el fondo, las cosas simples y ordinarias que tomamos como triviales, son sencillamente maravillosas. Las cosas más preciadas de la vida, no se pueden construir con la mano, ni se pueden comprar con dinero. Esas son las que nos da Dios.” 1
Concertar tu mente, cuerpo y espíritu te conduce a la armonía y con ello, a la indispensable sanación, a evitar o eliminar la enfermedad. Reflexiona y toma conciencia de que eres mucho más que un cuerpo, sabiendo que las personas no sólo enferman del cuerpo, también enferman del alma, porque hay algo adentro, emociones reprimidas, como odio, rencor, resentimiento que no has soltado, que te has olvidado de procesar, mismas que inevitablemente impactarán en tu salud, manifestándose a través del dolor o la enfermedad.
Recuerda que un porcentaje alto de las enfermedades tienen un origen psicosomático.
A propósito de reflexionar, recién celebramos el 5 de febrero un aniversario más de la promulgación de nuestra Carta Magna, es por ello que vale la pena reflexionar sobre dos cuestiones: 1.- La fecundidad creativa de nuestra Constitución, que transformó “la sensibilidad vital” y los ideales revolucionarios (educación, tierra, municipio libre, garantías laborales, etc.) en Ley Suprema e instituciones, sentando las bases para el cambio pacífico, y
2.- Sobre la imperiosa necesidad de cómo unidos avanzar, “evitando las falsas disputas o los innecesarios debates anacrónicos”, que a nada conducen, que no sea la confrontación estéril y que en una época de crisis, como la presente, sólo promueve el desaliento.
Es tiempo de reflexionar por México con desprendimiento, ajenos a la pasión partidaria, a la actitud sectaria, reclamando a todos su sentido de Patria.
Parafraseando el humor del mexicano, en la revolución se publicaban distintas revistas, Multicolor, una de ellas, –editada en 1911– dirigía frecuentemente críticas al Presidente Francisco I. Madero, satirizando sus prácticas espiritistas. Según la revista, un periodista norteamericano lo entrevistó:
–– “¿Es verdad, señor Presidente, que practica el espiritismo?
–– Es correcto –respondió el “Apóstol de la Democracia”.
–– ¿Y le han hablado alguna vez los espíritus de sus antepasados?
–– Sí, una vez que me encontraba acostado oí la voz de mi abuelo que me decía: –– ¡Pancho, levántate!
–– ¿Y usted qué hizo?
–– ¡Pues me levanté en armas!
–– Oiga, ¿y nunca volvió a hablar con su abuelo?
–– Sí, en otra ocasión.
–– ¿Y qué le dijo?
–– ‘Te dije que te levantaras… ¡PERO DE LA CAMA!’”
1 www.mentecreativa.org
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