Por Ramón Durón Ruíz (†)

Yalal ad-Din Muhammad Rumi dijo: “Disfrutemos del amor, […por nosotros y], por los demás, para que éste planeta pueda por fin evolucionar y convertirse en un lugar mejor, en el que todos los seres humanos vivan su propio Paraíso en la Tierra”
Es la alta frecuencia del amor, la que trasforma el presente, pasado y futuro del ser humano, en un paraíso, en un cielo en la tierra. El ser humano tiene, como los cuatro puntos cardinales, cuatro cielos:
1.- El cielo de su cuerpo; 2.- El cielo de su hogar; 3.- El cielo de su trabajo o tarea y 4.- El cielo de su alma.
Cuando te das tiempo para vivir tus cuatro cielos con el poder de amor, se alinea tu alma, mente y cuerpo, con el universo, potencializándose tus dones, abriendo tu ser al milagro de la vida.
D
ios envió a tu vida un milagro que todo lo transforma, que te convierte en ser nuevo, es un prodigio capaz de iluminar el camino, de dar alas a tus sueños para volar hasta el infinito, dejando salir las emociones para creer en ti mismo y llegar hasta tu libertad; ese milagro se llama amor.
El amor todo lo puede, bajo su poder no hay imposibles, es tan grande, tan fuerte, que aun en su más mínima expresión aligera tu carga, bendice tus días, alivia todos los dolores, carga emotivamente tus pilas, elimina tus penas, sosiega tus temores y sana tus males. Qué tan grande será el poder del amor que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza como un acto de amor.
Si reconoces que en la temporalidad de la vida, sólo vamos de paso, HOY comunica todo tu amor, –que no se quede nada en el casillero de tu alma–, ama con pasión y haz tu tarea: “si trabajas, trabajarás con amor; si das, darás con amor; si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en tu alma, ninguna otra cosa, sino amor… ¡serán tus frutos!”
Bajo la premisa del amor viven todos los bienes del hombre: la amistad, la fe, la esperanza, etc. El amor multiplica tus potencialidades de vida, es el camino directo hacia ti mismo, es la manera más hermosa para celebrar el nuevo día, la vía más rápida para encontrar el sentido de tu existencia; tiene esa alquímica capacidad de hacer que las cosas que te suceden diariamente hagan que tu vida sea algo espectacular.
Amor y amistad son indisolubles, cuando reconoces que un amigo, es un peldaño vital que te ayuda a ascender en la escalera de la vida, y que el centro de la amistad es el amor, tu vida se redimensiona, llega a ti un impresionante crecimiento físico y espiritual, que te lleva a creer en ti e ir en pos de tus sueños.
Que maravilloso es amar, –es la miel del cielo– en el fondo es regocijarte con la alegría, con el éxito y la felicidad de un amigo o abrazarlo en su soledad y tristeza, es poner tu felicidad en su cuerpo y alma.
El viejo Filósofo ha aprendido que: El amor y la amistad inspiran, estar inspirado, es entrar en contacto con tu espíritu; amor y amistad son un intercambio maravilloso de energía vital y “son como la lumbre de los leños; si no se comunica… ¡se apaga!”
Este 14 de Febrero, bendice el amor honra la amistad; en el juego de la vida son una prodigiosa luz que te levanta cuantas veces tengas tropiezos; son un hombro en el que puedas enjugar tu llanto y en el que tus penas se harán menos.
El tiempo te enseñará cuánta razón hay en el sabio proverbio mongol:
“El victorioso tiene muchos amigos… El vencido, buenos amigos.”
Deseo que tengas los suficientes amigos, que tengan la amorosa virtud de trocar tus sufrimientos por felicidad, amigos que le den aire a tus alas y te inviten a ir en pos de tus sueños, sabiendo que no tienes nada que perder y mucho, demasiado que ganar. ¡Feliz Día de San Valentín!
Resulta que llega una mujer a la botica del pueblo, después de saludar amablemente al boticario, le dice:
–– Por favor, quiero comprar arsénico.
–– Discúlpeme, pero no puedo vender eso nomás así ¡Es veneno!… ¿Pa´ qué lo quiere?
–– ¡Pa’ matar a mi marido!
–– “Pior” tantito, para ese propósito…. ¡¡Claro que no le voy a vender!!
La mujer abre la bolsa y le muestra una fotografía del marido, en donde abraza y besa a su mujer.
–– ¡Ah bueno! –dice el boticario– así con receta… ¡YA ES OTRA COSA!

filosofo2006@nullprodigy.net.mx