Los organismos autónomos son muy necesarios en la vida politica del país. La filosofía de su creación era para servir de contrapeso ante los abusos, los excesos del gobierno. Tuvieron su momento más pleno en el sexenio de Zedillo- recordar aquel gran IFE_. Ezra Shabot en «El Financiero» escribe de la importancia del INEGI, del Banco de México, de la Comisión de Derechos Humanos, del INE, COFECE e IFT, entre otros. Y señala que «tirar a la basura a los órganos autónomos del Estado no sólo nos regresa al pasado autoritario, sino que nos puede costar carísimo, al propiciar un atorón económico, así como en términos de seguridad y bienestar ciudadano».. Donde haya excesos y corrupción, que se sancione, pero que los organismos autónomos se fortalezcan, no lo contrario.