Hace unos días, Martín Blázquez, economista e historiador, oficialmente el cronista de Coatepec, me envió una nota del Dictamen del historiador Mario Jesús Gaspar Covarrubias, en donde afirmaba categórico “que la ciudad de Veracruz no cumplirá 500 años de fundación el próximo 19 de abril. Señalaba que las poblaciones que tendrían ese derecho con base en datos fielmente históricos (dixit), eran la Villa Rica en Actopan, y La Antigua”. Y pues sí, me parece que es un falso debate acerca de dónde fundó Cortés el primer ayuntamiento o cabildo de América continental. Lo verdaderamente importante, más allá de las coordenadas geográficas (georreferenciación se diría hoy) del lugar preciso en donde se realizó tan trascendental acto jurídico y de la relevancia que tuvo para Cortés fundar un ayuntamiento conforme a las ordenanzas reales españolas (con fuertes repercusiones jurisdiccionales de política internacional para la repartición del mundo conocido hasta aquel entonces), el establecimiento de ese primer cabildo fue algo así como decir de manera coloquial: “yo llegué primero a estas tierras y esto es mío”, aunado al hecho de que Cortés quería depender directamente de la corona y no estar subordinado a Diego Velázquez . Pero volviendo a la referencia geográfica, lo más seguro es que no haya sido el puerto el lugar en donde se fundó el primer ayuntamiento del continente. Veo dos posibles escenarios –mera especulación-: el primero, por cuestiones estratégicas me inclino por Quiahuiztlán (Villa Rica, versión de Bernal Díaz del Castillo), porque en el lugar hay un peñón con una pendiente considerable en donde, muy probablemente, Cortés apostó una guarnición militar de observación para que vigilara el –posible- arribo de embarcaciones que, preveía, Diego Velázquez iba a enviar para apresarlo ante su rebeldía. Cortés simplemente debió aplicar el sentido común para sobrevivir ante un riesgo latente. El segundo escenario, pudo haber sido Chalchihuecan, muy cercano a Ulúa (Culúa), lugar arbolado que ofrecía suficiente madera para levantar una guarnición que los protegiera de Velázquez y de los nativos. Como quiera, no hay una evidencia precisa. La Villa Rica de la Veracruz pudo haber estado indistintamente en la línea costera de Quiahuiztlán a Veracruz, pasando por Cempoala y Chalchihuecan. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.