Nadie puede negar que en las últimas décadas la globalización ha transformado un sinfín de aspectos de la vida ordinaria en nuestro país, uno de ellos y que además es urgente atenderlo con la finalidad de que las nuevas generaciones tengan un mejor desempeño en el plano personal y profesional, es la competencia de comunicarse en inglés.

Hace unos meses, el Presidente Ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo J. Solís Sánchez, relató que con motivo de la contratación de ingenieros se presentó en una de las grandes universidades públicas del país. Los responsables de recursos humanos de la empresa automotriz, vieron que se formaron más de cien candidatos. Cuando colocaron el letrero que se requería el dominio del inglés quedaron sólo 15 personas. De las cuales sólo se contrataron a ocho de ellos.

Diferentes estudios indican que dominar y hablar un segundo idioma genera al menos dos importantes ventajas competitivas para cualquier persona: primero me voy a referir al plano psicológico, donde; favorece el crecimiento del cerebro, amplia la memoria, mejora la atención, aumenta la habilidad cognitiva, aplaza la demencia, desarrolla la habilidad de escuchar, beneficia la multitarea y hace que la persona sea sensible para aprender más idiomas, le da apertura a nuevas formas de ver las cosas, además de mejorar la lengua materna.

La segunda ventaja tiene que ver con el aspecto profesional, ya que habilita a la persona para competir con éxito en un mercado laboral sumamente agresivo. Los idiomas se han convertido en un requisito primordial de contratación, la empresa Randstad Professionals, afirma que el 75% de las ofertas laborales para perfiles de niveles altos exigen dominio de un segundo idioma, así como 58% de las postulaciones para recién egresados. Por otro lado, el Instituto Mexicano para la Competitividad asegura que el inglés es la principal habilidad que buscan las empresas, no obstante menos del 5% de los profesionistas lo dominan; y, hablarlo mejora hasta en 50% el salario. Así mismo, Education First señala que el idioma es la habilidad más difícil de cubrir en América Latina (36%), por encima de la investigación con el (35%).

Por si fuera poco, las presiones económicas impulsan al país a usar al inglés como un herramientas básica para la internacionalización y el crecimiento económico, por lo que, al no poseer una fuerza laboral bilingüe la nación pierde competitividad. El enfoque global de los negocios ha generado la necesidad de que cada empresa cuente con empleados bilingües para atender las necesidades de los clientes en el extranjero. Así que, al ser considerado el idioma empresarial, el inglés es la lengua que más oportunidades profesionales genera a las generaciones presentes y futuras.

No cabe duda de que el inglés es la lengua del siglo XXI. Es la lengua de la ciencia y de la investigación, pero también de la diplomacia y de los negocios. Se calcula que para el año 2020, 2 mil millones de personas estarán usando o aprendiendo este idioma, es decir el 25% de la población mundial.

Personalmente celebro la decisión de haber retomado el tema del inglés e incluirlo en el Nuevo Modelo Educativo; estoy convencido que los estudiantes y egresados de educación superior que hablen inglés en este entorno globalizado les representará estar vigentes y listos para al gran escape de su condición social en la que actualmente se encuentran, al aprovechar las importantes oportunidades de desarrollo personal y profesional que se les presenten; por lo que todos los esfuerzos que se realicen para mejorar el Sistema Educativo Mexicano y contribuyan en la formación integral de nuestros niños y jóvenes, son bienvenidos y debemos alentarlos, por el bien de la sociedad y del país.