Agustín Basilio de la Vega

Hace algunos años, en 1995, Gabriel Zaid publicó el libro intitulado “Hacen Falta Empresarios Creadores de Empresarios”. México, después de la firma del entonces TLC (Tratado de Libre Comercio) se perfilaba como una economía abierta y menos dependiente del Estado.

Desde entonces, se fortalecieron los sectores secundarios y terciarios de la economía Mexicana (industria y servicios), se empezó a depender menos del petróleo y se logró el crecimiento económico con estabilidad cambiaria y mínima inflación.

No obstante lo anterior y los buenos resultados, el gobierno actual quiere aumentar la participación del Estado en la economía nacional regresándolo a un rol de productor y prestador de servicios en sectores importantes como el energético.

Todavía no termina de formarse una nueva generación de empresarios cuando ya se está contratando una nueva generación de burócratas para sostener el intervencionismo del estado en la economía. Así los resultados son previsibles: se reducirá el crecimiento del PIB.

Para que eso no ocurra, se necesita fortalecer el libre mercado desde la sociedad y este requiere de auténticos empresarios y de servidores públicos que favorezcan la competencia, respeten la propiedad y fomenten la libertad. Si no formamos como sociedad a jóvenes libres que desarrollen su creatividad, que sean emprendedores, que tomen riesgos y que valoren la productividad, no habrá nuevos empleos ni progreso.

Muchos se dicen empresarios pero no todos lo son ya que algunas personas fundan “negocios” al amparo de las actividades del gobierno. Algunos ejemplos: constructoras creadas para recibir contratos de los funcionarios en turno, despachos improvisados para “asesorar” o vender productos y servicios con fachada de “comercializadoras” o empresas fantasmas para simular licitaciones públicas. Muchas veces estos pseudoempresarios tienen como único atributo a un amigo en la administración pública.

Los verdaderos empresarios son creadores de productos y servicios que necesita la sociedad y que buscan hacer más con menos; son personas que si bien buscan el lucro, lo hacen con ética, sin engaños y con espíritu de servicio.

Los empresarios que necesita México deben ser audaces, tenaces y con valores éticos como la honestidad, la solidaridad y la justicia. Pero requiere que toda la sociedad los aliente y no los perviertan.

Es muy triste ver como jóvenes recién salidos de la universidad o escuelas técnicas encuentran una realidad corrupta en donde las obras se hacen de mala calidad y a precios elevadísimos o se hacen compras fraudulentas.

Ojala el programa de jóvenes construyendo el futuro sea una herramienta para forjar mejores empresarios y que tengamos un país más creativo y productivo. El estado no es el camino más adecuado para generar la riqueza, este debe ser con hombres y mujeres que construyan empresas. Hace falta que los empresarios ayuden a que haya más empresarios jóvenes y más empresas en México.

@basiliodelavega 25 de febrero de 2019