«Los priístas celebran el no-feliz aniversario de su partido. El PRI llega hoy a los 90 años, con más ánimo de velorio que de jolgorio. A diferencia del priísmo que se convirtió en poderosa bisagra para los gobiernos panistas, ahora las bancadas legislativas tricolores son meramente testimoniales: Y los gobernadores lo que menos quieren es meterse en problemas con el Presidente». Eso comentan en «Templo Mayor» de Reforma.