* “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Francisco Alarcón de Icaza. Camelot.
NEPOTISMO AL ROJO VIVO
Ahora que se puso de moda de nuevo el nepotismo, cuando funcionarios del gobierno de Veracruz intentaron acomodar a toda la parentela en las sagradas nóminas, que la patria entrega a sus hijos preclaros, en clara violación a la ley, la palabra Nepotismo proviene del año 1843, presente lo tengo yo, viene del italiano Nepote o Nipote, que no es otra cosa más que sobrino, sucede que es atribuida a los Curas y su origen es de la Curia Vaticana, ha de haber sido que un Cura metió a un sobrino a chambear y de allí devino aquello, hasta ahora. Nepotismo, pues, favorecer a un familiar en chamba dónde no se debe.
UN CAMPO FRANCES
Un campo francés, enero de 1939. Manuel Altolaguirre se había puesto toda su ropa encima para salir de España. Un soldado que estaba tiritando celebró la calidad de su abrigo. El poeta se lo quitó, se lo dio, y siguió desnudándose, hasta dárselo todo a quienes le rodeaban. Poco antes, o después, en otro punto de la frontera, era Antonio Machado quien tiritaba. Otro soldado le reconoció, y le regaló su manta. Hasta entonces, la cultura y el pueblo de España fueron una sola cosa. Quienes deseaban la vida de la muerte y la muerte de la inteligencia, se ocuparon de arreglarlo. Almudena Grandes.
BODA EN LA PLAYA (RELATO DE 2014)
Hace un tiempo, en 2014, anduve en Cancún, vine unos días de vagancia, pues como dice López Dóriga, quizá las vacaciones no son merecidas pero si necesarias. Camino la playa cancunense. Antes el opíparo desayuno y las pláticas con los meseros, la mayoría son de esta zona, del boshito lindo de Mérida, de la tierra del Mayab, pero hay un paisano de Playa Vicente, cerca de Isla, cerca de Villa Azueta, la tierra de la abuela Genoveva. Tiene 20 años y no se siente de Cancún, veracruzano hasta las cachas, les pregunto a varios cuánto ganan, pensé que eran mejores salarios, 68 pesos diarios por ocho horas de labor, me cuenta uno. ¿Y las propinas?, pregunto, ahí van, responden. Los hoteles de playa, muchos de ellos no solo en Cancún, en otros estados, han tomado una mercadotecnia de ‘todo incluido’. Tú reservas, ajustas la tarifa y te dan el precio todo incluido: el pago incluye hospedaje, comidas y alcohol a todas horas. Uno camina cada veinte pasos y hay un lugar donde atascarse, cuando no es desayuno son hamburguesas, pizzas o carne asada, que a cada diez metros encuentras uno. Esto ha hecho que los restaurantes de Cancún bajen de clientela, pues con el paquete te obligas a hacer los tres alimentos del día, o más. Luego, el alcohol no solo los embrutece, los hace hacer desfiguros, ayer tarde, Chicharito, mi nieto, me platicó que un sujeto besaba a dos mujeres, habrá pensado el niño, a su edad, que Sodoma y Gomorra quedan cerca. Pero me encontré una boda. Cuando caminaba tomando el sol en la playa, a lo lejos vi a un mesero muy propio, tenía una botella de champaña y dos copas. Junto vi y oí un sonido ambiental con un Djs que lo movía, y una empleada del hotel habilitada como fotógrafa. Pregunté al de la champaña si eran cortesías, no, me dijo, va a haber una boda en unos minutos. Entonces me quedé. Llegaron dos japonesitos, ella vestida en blanco transparente, donde se le veía su bikini, él con short playero y camisa polo de marinero. En una guayabera blanca, muy de esta zona yucateca, el Ministro en inglés les leía una letanía. La gente, al pasar cuchicheaba y tomaban fotografías. Yo tomé tres. Al fondo ese mar azul turquesa que ha hecho a Cancún y al Caribe, inigualable. La lectura seguía, los curiosos por igual. A pleno sol, a las doce del día el ritual de la boda comenzaba, unas flores color rosa en manos de la mujer japonesita hacían el acto respetuoso. El Ministro me comentó, poco después de que les bendijo y les hizo darse el beso con las palabras clásicas de: ¿prometes serle fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad?, que esta era una boda simbólica, que no tenía más valor que lo que le dan los novios, venían de casarse en Japón y andaban de luna de miel, decía, y comentaba que eso era muy común en Cancún, ayer había celebrado dos bodas simbólicas; que los asiáticos lo hacen así, muy a su manera, los gringos llegan con otra parafernalia de ritual, y se acompañan de amigos y amigas que sirven de testigos. Aquí llamó la atención que solo eran ellos dos solos, sin testigos, sin amigos, solo el sol como único testigo de ese amor que no era como el de los tiempos del cólera, del gran Nobel, era amor así, muy a su manera, porque el amor suele ser así, cuando llega de esa manera uno no tiene la culpa. Al darse el beso, la gente que seguía de cerca el ritual, aplaudió. El Djs se lucia, no puso la música original de una boda, aquella celebérrima Marcha Nupcial de Mendelsshon. Puso una más moderna y todos contentos. Fue en un martes de playa en Cancún, olvidando aquella máxima de que, en martes ni te cases ni te embarques. Estos venían embarcados, solo lo reafirmaron. El Ministro, quien aseguró no pertenecer a ninguna iglesia ni profesar ninguna religión ni culto, parecía un jaranero de los nuestros, con su guayabera y su pantalón color café, si le poníamos una guitarra o una jarana o un arpa, era como nuestros músicos que llegan a cantar a los restaurantes boqueños. Pero traía a la mano la palabra de Dios, y me dijo que mucho de lo que les leía estaba en la Biblia, y como la Biblia es lo más grande que se ha escrito en la humanidad, al irse me dejó su bendición y seguí caminando viendo cuerpos esculturales de mujeres que parecen modelos de Victoria Secret’s.
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