*De Churchill: “La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor”. Camelot.

Y DONDE ANDA MIGUEL ANGEL

Hace cosa de nada, un amigo y seguidor de su política me preguntó si sabía algo de Miguel Ángel Yunes Linares. Casi me pedía su rumbo, ruta y su GPS. Le dije que poco, o casi nada. El exgobernador de Veracruz, al salir y entregar la estafeta del gobierno conservó su silencio franciscano (por andar en la moda de la 4T) y no ha emitido, ni creo que emitirá ninguna declaración. Animal político, en el sentido aristotélico de la palabra, Miguel Ángel sabe que uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. Sabe que al terminar el gobierno y entregar el mando, terminó su función y solo queda esperar el juicio de la historia. Tuvo poco tiempo como gobernador, llegó una mañana decidido a tomar el gobierno y lo tomó, aunque sabía que en dos años poco se podía hacer. En campaña no desmayó y conoció todos los sitios, donde los veracruzanos le dieron el voto y el apoyo. Al sentarse en esa silla gubernamental, le sacaba el tiempo a los minutos, hacia los días de 25 horas y dónde se podía estiraba la liga para ganar tiempo al tiempo. Encontró un Veracruz en quebranto, sin dinero, perdió mucho tiempo persiguiendo pillines, pero eso también le redituó que devolvieran un algo de lo mucho que se tentonearon. Sin embargo, pese al poco tiempo dejó buena obra pública en algunas partes del estado, aquel Puente por el norte, El Ojite, imponente y majestuoso, y el otro puente como eje vial rumbo a Tamsa. Surtió de medicamentos el sector salud y los hospitales volvieron a tener medicamentos. Todos los domingos por la mañana, con los cuerpos de seguridad: Marina, Ejército, Policía Federal y el Fiscal Winckler, iban a las zonas y en cada municipio elaboraban un reporte semanal y un mapa contra la maldad. La mayoría opinó que era un gobernador para seis años. Sin embargo, con lo que tuvo luchó contra la delincuencia y los números adversos los disminuyó. Se levantaba muy temprano y dormía poco, sabía que el tiempo se venía encima. Siendo gobernador, cuando venía esta tierra chayotera, Orizaba, le acompañé un par de veces en esos eventos donde su mano se sentía y tenía la aprobación de la gente, al verle los esfuerzos por mejorar la vida cotidiana de los veracruzanos. Le dije a este amigo, que de vez en cuando algo por WhatsApp sabía de él. Como este escrito que ahora presumo, que me envió hace una semana:

“Saludos querido Gilberto. Hace unos días estuve con un grupo de amigos y de repente uno de ellos empezó a hablar MUY bien de ti sin conocerte. Es tu lector cotidiano. Me dio mucho gusto, le dije que tenía el honor de ser tu amigo. Saludos”.

Un abrazo, dónde andes, querido Miguel Ángel.

EL ZIDANE QUE REGRESA

Me oriento bien en Madrid, y me oriento mucho mejor en el estadio Santiago Bernabéu. Llego en Metro, en Uber o como puedo a esa famosa calle de La Castellana. Cada que voy a ese país, intento que en la ciudad juegue el Real Madrid, contra quien vaya. He visto juegos de Liga, Champions y Copa, y hasta me di el lujo de ver dos veces el clásico contra sus acérrimos enemigos, Barcelona. Que por lo regular gana Barcelona. Una vez, con mi nieto Chicharito me metí a un juego de los blancos, acababan de pasar los sismos de México y Cristiano Ronaldo se había comunicado con el Chicharito original, nuestro futbolista, para pedirle información de dónde podría enviar un millón de euros, por cuál asociación. Los envió. Además, ese mismo día de ese juego recibió a la familia de Santi, el niño del Rébsamen que falleció en ese sismo y había enviado un mensaje al gran Cristiano Ronaldo, que le devolvió así: “Para mi fan número 1”, escribió en la camiseta. Mi nieto llevaba una cartulina agradeciéndole a Cristiano ese gesto de ayuda, que seguro Mancera se clavó parte de la lana, y aunque no la vio fue retratado y filmado para una estación de TV de Colombia, ventaja de estar en filas primeras, porque Pedro Martínez el concierge del Liabeny nos consigue boletos buenos, como en la Ópera. Paréntesis: (Pedro ha perdido a su señor padre, desde aquí mi pésame querido amigo). Toco el tema porque Zidane regresó. Ahora regresó y uno piensa, como lo piensa Julián Ruiz en su columna Cortador de césped, que no debía haber regresado, ni siquiera lo que se llevó. Dejó al equipo en la cima del mundo, con las tres coronas: Copa, Lila y Champions, y es casi imposible que repita eso. Nunca segundas partes fueron buenas, mijito, diría Minga, una gente de mi pueblo. Julián Ruiz tituló: “Con Zidane volverá la agonía”. Y más: “Francamente, no entiendo la euforia de los “piperos“, los pelotas de la Casa Blanca, incluidos los portavoces periodistas por el retorno siniestro de Zidane como entrenador del Madrid. Creía que el Madrid tenía más orgullo como “mejor club del mundo”, como se autoproclama él mismo. ¿Se ha olvidado ya que Zidane dejó al Madrid en la cuneta y que lo dejó tirado por puro egoísmo? Está claro que la llegada de Zidane es un error grave. Podría ser definitivamente el final de una era, más grave que la proponían Lopetegui y Solari. Queda claro que Florentino Pérez y Zidane van de la mano para marcar ese final. Esperar y ver”.

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