*La vida es la mejor cosa que se ha inventado. García Márquez. Camelot.
DE REGRESO A MI ALDEA
Par de días fructíferos. Se escriben estas líneas desde mi lap top en las rodillas en el tramo de salida por Tepito, cuna de la Fayuca y de los boxeadores campeones del mundo, por el Eje 1, para tomar aeropuerto, y un quiebre en Lecumberri, después Zaragoza con agilidad en la vialidad por los puentes que hizo el aquel regente, Manuel Camacho Solís, padre político de Marcelo Ebrard, de quien, si el presidente amoroso no se reelige en 2024, la cancha de Morena puede ser para él. Camacho hizo los libramientos de Zaragoza, y ahora se va un poco más rápido, dependiendo la hora pico del tráfico. Es un día soleado. 23 grados aunque por las noches refresca. Ayer noche hicimos un rol, con el Perro Uribe a Reforma 222, donde comimos en El Bajío, restaurante típico mexicano, una sopita de puerto y papa y un pollo al pipián. Bueno, bonito y nada barato. Allí mismo donde el Perry Mason de los veracruzanos, el abogado veracruzano, Jorge Reyes Peralta, tenía un despacho en esa torre lujosísima, que está a la entrada del Mall o Centro Comercial. Reyes Peralta dejó ese sitio cuando construyó una torre tipo neoyorkina en el bulevar Ruiz Cortines, donde no hace mucho le visité y me mostró ese bello rascacielos, listo para ser alquilada, al mejor postor. Bellos despachos que engrandecen a Veracruz. Dejamos Reforma y caminamos por sus calles aledañas, sus vendedores de hot dogs y nachos y lo que se antoje, y los hot dogs, como el que se comió el góber en Tierra Blanca, aquí se están posicionando de estos sitios como en las partes de las afueras de las oficinas neoyorkinas, en el mismo Manhattan. Aunque en México más baratos. Atisbo el campamento de los 43 de Ayotzinapa, en pleno Reforma, familias que piden justicia de aquel proditorio crimen, ahora que el gobierno anda ofreciendo disculpas públicas a las familias de todos aquellos que fueron acribillados con maldad, como esos dos jóvenes que en el Tec de Monterrey, un día los militares los mataron y no solo eso, les sembraron armas para acusarlos que eran delincuentes. Cosa que no fue cierto, eran estudiantes ejemplares, según dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en ceremonia emotiva frente a los padres y la familia estudiantil del Tec de Monterrey.
CON FIDEL HERRERA BELTRAN
Vine a visitar a mi amigo, el exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, a su domicilio particular, la casa de Rosa Margarita Borunda de Herrera, esa misma zona donde vivieron los grandes generales, desde Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, tío de mi cuate Manolo Fernández Ávila, y esos grandes revolucionarios como Heriberto Jara Corona, orgullo de Nogales, cerca de Orizaba, gobernador de Veracruz, como Fidel, también gobernador de Tabasco y el Distrito Federal y el primer secretario de Marina. Llegué y encontré a mi amigo leyendo, le había anunciado mi visita, le traje un libro y unos dulces, platicamos de las cosas mundanas, de los tiempos pasados y de los que vienen. Está concentrado en su recuperación médica, que va arriba y adelante, dijera Luis Echeverría. Hace no mucho, su hijo Javier, subió al tuiter una foto del exgobernador con la clásica felicitación a su papá, pues era el cumpleaños número 70, pues el hombre nació en Nopaltepec, en 1949, presente lo tengo yo. Charla sabrosa, de política y de historia, está concentrado en sus terapias físicas, reponiéndose de esa embolia que le dio un día maligno, con mucha fe en Dios y la esperanza de que saldrá adelante, muy lúcido, sigue teniendo esa mente privilegiada con su saber, con el aprendizaje de haber leído muchísimos años. Ese día Javier mostró una foto todo trajeado donde se veía bien y recuperado, me dijo que era su primera salida a una boda, de unos amigos muy queridos, y por eso la fotografía. Tres horas después me despedí, iba a continuar con sus terapias y quedamos de vernos pronto, a mi regreso en unos días con el saludo de los amigos que nos reunimos en Xalapa y en Orizaba, porque hay gente que le quiere, y mi deseo que siga mejor. Nos tomamos una foto del recuerdo, que guardo como todas aquellas cuando salíamos con anterioridad, y partíamos a comer a la calle y luego caminar por ahí, como lo hicimos una vez en el Monumento a la Revolución. Buen recuerdo.
LAS AUTOPISTAS.
Las autopistas en México son caras y malas. Cuando no están reparando, están jodiendo. Son las de Capufe, cuyo costo de Orizaba a México son 439 pesos, y como regreso por la de México-Xalapa, son 672 pesos, un robo en despoblado, aunque estos son otros operadores, que eran consentidos de Peña Nieto. Se ignora si la 4T ya los pasó por la guillotina. AMLO debía quitarles, ahora que anda haciendo limpia en busca de corruptos, la concesión a esos de OHL, aunque ahora se llaman Gana (Grupo Autopistas Nacionales) y tienen su domicilio fiscal en Reforma 222, piso 25, donde apenas anduve y andé, casetas rumbo a Xalapa, debe quitárselas pero no dárselas a Capufe, que son un poco peor de malos. Por doquier hay reparaciones y con las demoras siguen cobrando lo mismo. Debían ponerlas a mitad de precio, pero a los nuevos de Capufe y SCT ya les gustó saber el dineral que se meten donde, por dar un ejemplo, la de Fortín genera 4 millones de pesos diarios, solo esa que vale 32 pesos los autos, imagínense las otras, que valen 111 la de Cuitláhuac y 105 la de Paso del Toro, pero ni modo, aquí nos tocó vivir y a beberla o derramarla. Una última, gobernador Cuitláhuac, vaya usted a Capufe, ya que son del mismo partido, y exíjales que pongan luminarias en la bajada del tramo de Esperanza-Orizaba, la neblina no deja ver nada. Otra, gobernador, vaya también a ver a estos particulares que tienen la concesión de la de Puebla-Xalapa, porque la bajada de Las Vigas, al pie de Perote, la neblina está espantosa y encontramos que hay otro operador nuevo, Copexa, concesionario de la autopista Perote-Xalapa, un único tramo, tiene su domicilio también en México, vaya y exíjales que compongan esos desaciertos. Venga.
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