Buen día apreciado lector:
El reciente anuncio del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de construir la carretera Tlachichilco-Zacualpan para abrir una nueva salida totalmente pavimentada hacia el estado de Hidalgo, es una sensacional noticia para los habitantes de aquella inmensa región huasteca perteneciente a este maravilloso territorio, porque indudablemente contribuirá al mayor desarrollo de las comunidades de toda la zona.
Ese tipo de información es la que esperamos todos los veracruzanos para dejar de lado las frivolidades y el chacoteo que hoy nos abruma por radio bemba y redes, desde Pánuco hasta Las Choapas, como el video que circula de ese desinformado secretario que ya usted sabe quién es.
García Jiménez detalló que todo lo anterior, comprende la rehabilitación de caminos desde Huayacocotla hasta Zontecomatlán y con el apoyo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se rehabilitarán otras carreteras.
En fin, el aviso trajo a la memoria del reportero los tiempos de las campañas por la gubernatura en las que afloraba la sempiterna queja de que Veracruz terminaba en Tuxpan porque más allá sus habitantes eran desatendidos por los gobiernos.
Al paso del tiempo y de concretarse el proyecto, el joven Cuitláhuac estará en la posibilidad de convertirse en uno de los mandatarios mejor recordados de la zona norte, como fue don Agustín Acosta Lagunes después de construir creo en 1982, aquella histórica carretera Chicontepec-Benito Juárez-Zontecomatlán.
Había sido instruído por don Herminio Ortiz para cubrir para el Diario de Xalapa la inauguración que ese mismo día haría el Presidente José López Portillo. Me había puesto de acuerdo con Ramoncito Hernández colega del medio, quien andaba estrenando su moderno datsun gris y me ofreció el “raid”.
Salimos amaneciendo una soleada mañana de no se qué día.
Ni idea teníamos del trayecto, Nos fuimos por Altotonga-Martínez-Poza Rica-Alamo, algo así, pero fue un larguísimo recorrido como de seis horas por caminos de tupida vegetación de ocotes, fresnos, encinos, caobas, álamos, y sauces y llegamos al pintoresco pueblo ubicado en los confines de la entidad casi al tiempo que descendían los super helicópteros “Puma” de la comitiva presidencial.
Con grabadora en mano nos pegamos a las bocinas para guardar detalles del evento. Al final me encontré de frente al gobernador Acosta, quien bromista cuestionó:
-¿Qué andas haciendo hasta por acá?, ¿cómo llegaste?
Le expliqué y me instruyó “no te alejes, a ver si te doy el raid”.
Efectivamente cuando ya concluía todo, rumbo al helipuerto el gobernador hizo una seña; nos acercamos a López Portillo: “es el reportero del Diario de Xalapa, ¿le podemos dar el raid?” preguntó; “es un honor muchacho” dijo el Señor Presidente con su engolada voz, al tiempo que hacía la seña de entrar a la nave.
Volamos a Tuxpan, ahí se despidió el Primer Mandatario y en otro aparato el gobernador prolongó el aventón al reportero hasta Xalapa. Ni tiempo hubo ese día de avisar a Ramoncito. Tenga el lector paz y armonía en su hogar