SE TIENE entendido que las planillas que pretenden competir por la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, ya se han registrado.

A decir de quienes conocen el problema político del tricolor, cualquiera de estas formulas no parecen adecuarse a los nuevos tiempos políticos que se viven en Veracruz.

Se afirma y casi contundentemente, que la caballada está, prácticamente, muy flaca. Que no hay interés de quien todavía mueve los hilos de esta partido, para llevar a buenos candidatos a esta contienda, donde se tenga la posibilidad de que la militancia pueda tener de donde escoger al mejor hombre o a la mejor mujer que pueda con este importante paquete.

De plano, como se está viendo, son los mismos de siempre, con los mismos padrinos de siempre, con la misma tónica política de siempre, pues en cualquiera de ellos, con todo respeto, no se encuentra nadie que pueda ser un auténtico representante de las poquitas fuerzas políticas que le quedan al instituto político en cuestión.

Finalmente, no llegaron las buenas propuestas y los que se la jugarán no podrán, en el futuro inmediato cumplir con las expectativas de los que todavía le son fieles a esta organización política, que en estos tiempos, si de veras existiera interés y buena voluntad, ya estuvieran trabajando seriamente para tratar de volver a los grandes escenarios políticos, tanto de Veracruz, como de México.

Desde las pasadas elecciones, el primero de julio del año dos mil dieciocho, los priistas estuvieron comprometidos a sacar al buey de la barranca y se quedaron, solamente, observando como un nuevo partido político les arrebataba, casi de la noche a la mañana, lo que en más de noventa años tuvieron que construir para mantenerse con el poder en sus manos. Se quedaron estupefactos, sorprendidos del avance de Morena, condiciones de las que todavía no salen, porque a estas fechas no han hecho nada, es más, han perdido el tiempo en generar sus propias renovaciones en la dirigencia estatal y nacional, pero sin nada concreto que los haga competitivos para las próximas elecciones intermedias.

Termina casi el mes de marzo, con lo que han trascurrido nueve meses de la dolorosa derrota y es el momento en que todavía no logran sanar sus heridas, que si bien no se pueden considerar profundas, aunque haya quien así lo considera, han dejado que la tibieza de sus acciones les genere una complicada resurrección.

Apenas el domingo pasado, se han registrado las planillas y lentamente van buscando como concretar este proceso que ha dado mucho de que hablar desde los meses anteriores. No hay prisa, no caminan más allá de lo que tienen que hacer y es por eso que han dejado que otros partidos políticos, como Morena, se fortalezcan ante la inoperancia política del partido tricolor.

Caminan, arrastrando, todavía, la pesada loza que les dejó la derrota, como si no quisieran asimilarla para seguir adelante y más cuando, se sabe, siguen incrustados en su vida interna, los fuertes intereses políticos de unos cuantos, de los que, finalmente, se aprovechan de este partido, pero sin que hagan nada por la subsistencia de esta organización.

Así, como lo han externado muchas opiniones de los más recientes días, el PRI, junto con la poca militancia que le queda, más los graves problemas internos que tiene, van cavando lo que podría ser la tumba definitiva.

Si bien, el Partido tricolor, no necesita cambiar de siglas, ni tampoco de estatutos, mucho menos de su propia ideología, sí es necesario que nuevas caras se presenten en su propio escenario y tener la oportunidad de que renazca y pueda, por lo menos, ser digno de participar en las próximas contiendas.

Eso mismo sucede en otras siglas, como el viejo PAN, que tampoco ha dado señales de vida, porque todavía se encuentra espantado con los acontecimientos político electorales del pasado primero de julio. Y no fue para menos, pues la tunda que les acomodaron, tanto al PRI, como a este partido, fue histórica, sin miramientos, como quien dijera con toda la razón, para que aprendieran y así se espera que sea para que la experiencia sea aprovechada.

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Y HABLANDO DE PARTIDOS y otras cosas, en Puebla, ya comienzan los problemas generados por la contienda próxima para elegir a nuevo Gobernador de la entidad.

Alguna vez, lo comentamos en este mismo espacio, que no era prudente que Morena, se decidiera por el mismo candidato de la vez pasada, pues a raíz de la muerte de la ex gobernadora Martha Erika Alonso, se habían quedado algunas dudas que podrían, en el futuro, ser puntos importantes de referencia para una posible derrota del candidato de Morena.

Sin embargo, como bien se sabe, este partido ha decidido que sea nuevamente Miguel Barbosa, quien compita por esta posición política, considerando que en las pasadas elecciones, llegó a establecerse, casi, un empate técnico, debido a que los votos parecían que se igualaban en este proceso de renovación gubernamental en el Estado poblano, aunque, finalmente, las autoridades electorales, tomaron la decisión de otorgar a la que también era esposa del ex gobernador del Estado, y ex Senador de la Republica, Rafael Moreno Valle, quien también falleciera, junto a ella, en el accidente aéreo del veinticuatro de diciembre del año pasado, la victoria electoral que le dio la oportunidad de gobernar, solamente unos cuantos días, antes de fallecer lamentablemente, generando, además, una especie de especulaciones relacionadas con el ambiente político que aún era evidente.
Pues ahora, precisamente, fuerzas políticas ajenas al partido de Morena, han venido sugiriendo y solicitando que se cancele el registro de Migue Barbosa, quizá, con la idea de no enrarecer el proceso político que ya está en camino hacia la nueva sucesión gubernamental, originada por la ausencia de la ex gobernadora Martha Erika Alonso.

Esto está sucediendo, no precisamente, en el interior de Morena, sino por agentes externos, es decir, por muchos que precisan que es necesario darle a las nuevas elecciones, una especie de apaciguamiento político.

Si Morena, sigue teniendo la aceptación de los poblanos, como pareció que la tuvo en las pasadas elecciones, entonces este partido, ganará con el contendiente que quieran y generar un ambiente más tranquilo en el proceso electoral.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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