Agustín Basilio de la Vega.

México y particularmente Veracruz han perdido el ritmo de desarrollo de infraestructura. Las causas son varias: inestabilidad política e institucional, falta de plan y endeudamiento sin control.

En efecto, en esta década 2010-2019, se ha cambiado gobierno tres veces a nivel local y en lo federal se pasó de gobiernos emanados del PAN al PRI y recientemente a Morena. Las principales consecuencias son la pérdida de cientos de profesionales experimentados (capital humano) despedidos o marginados por consideraciones políticas. El amiguismo y la improvisación hoy campean en las dependencias federales y especialmente en las estatales.

La planeación ha dejado de ser el fundamento para el desarrollo. El plan de Gran Visión o el Puebla-Panamá duermen el sueño de los justos pese a los sorprendentes resultados que arrojaron entre el año 2000 y 2012: La modernización de las carreteras Cardel-La Mancha y del circuito transísmico; las autopistas Las Choapas-Ocosocuautla, Amozoc-Perote, Xalapa-Perote y Tuxpan México; Los libramientos de Perote y de Xalapa; los Accesos a los puertos de Tuxpan y de Veracruz entre miles de acciones.

Después del 2012 se emprendieron acciones importantes como el inicio de la ampliación del Puerto de Veracruz y la construcción de la autopista Martínez de la Torre-Tuxpan que estaban incluidas en el Programa Nacional de infraestructura años atrás (eje Veracruz-Monterrey, ramal a Matamoros) .

Los últimos dos gobiernos priistas de Veracruz endeudaron al estado de tal manera que hoy es imposible contar con recursos públicos suficientes para realizar obras previo estudios y proyectos que acompañen un proceso de planeación que verdaderamente hagan más competitivo al Estado. Es una pena, por otro lado, que el último Plan Estatal de Desarrollo realizado por conducto de la Universidad Veracruzana hace dos años, no se pueda continuar solo por ser proyecto de otro gobierno.

Lo peor está por venir pues tanto el gobierno federal como el estatal desprecian la opinión de los expertos y de la sociedad civil. Se trata de administraciones que son reactivas y que se guían por la diletancia. Parece que les fastidia realizar estudios de factibilidad financiera, de costo-beneficio social o de impacto ambiental y prefieren las acciones inmediatas como repartir dinero directamente a los ciudadanos con programas sociales populistas.

No se tiene un plan de desarrollo nacional ni estatal que sostenga el crecimiento de las inversiones y por lo tanto la generación de empleos formales pero ya tomaron decisiones que nos impactarán negativamente a todos los mexicanos por décadas como la cancelación del NAIM o la construcción de la refinería en Dos Bocas así como el despido de miles de técnicos y trabajadores al servicio del estado.

El extravismo se puede comprobar en el Estado de Veracruz con el deterioro que todos podemos comprobar del tramo Xalapa-Veracruz por citar un solo ejemplo y sus consecuencias: la carretera está perdiendo el nivel de servicio que se alcanzó cuando se modernizó con FOX y Miguel Alemán. La única acción positiva ha sido la conclusión del Libramiento de Cardel por el gobierno de Yunes pero en sentido contrario se han construido topes entre Tamarindo y Chichicaxtle, se ha permitido el establecimiento de negocios en el derecho de vía incluyendo en el libramiento de Rinconada y cada vez tiene más baches.

Lo que se ahorra en tiempo y en gastos de operación con el libramiento de Xalapa y el de Cardel entre Veracruz y la Ciudad de México, se pierde con la falta de mantenimiento, vigilancia y de acciones modernizadoras en el resto del trayecto. Se tiene así un círculo vicioso que difícilmente dará como resultado la reclasificación de esta ruta para aliviar la sobrecarga de la autopista Veracruz –Orizaba que está cada vez más saturada y es menos eficiente.

Mientras siga el gobierno de Veracruz sin atender seriamente las labores de planeación, en lugar de desarrollar al Estado, lo harán más atrasado y pobre. Necesitan promover entre otras cosas, que continúe el desarrollo de los ejes troncales carreteros y por ejemplo promover con la SCT “desdoblar a cuatro carriles” la autopista Amozoc-Perote y construir mediante concesiones libramientos adicionales en el tramo Corral Falso-Cardel para sustentar la conectividad del nuevo puerto de Veracruz. Ojalá lean esto nuestras autoridades.

@basiliodelavega 26-03-2019