Arturo Reyes Isidoro
Prosa aprisa
Existe una versión (pero ssshhhttt, no se la diga a nadie) de que la intención que hubo (¿o hay?) de cobrar moches a los empresarios a cambio del pago de sus adeudos era (¿es?) para empezar a engordar el cochinito para las campañas de los candidatos de Morena en las elecciones intermedias de 2021.
Era el cobro de una comisión sin dejar huella para salvar cualquier acto de fiscalización por parte de los organismos electorales y del que a río revuelto algunos diputados de Morena (hombres y mujeres) pretendían obtener ganancias de pescadores colgándose de la ocasión para cobrar por su “gestión” porque supuestamente iban a “ayudar” a que les pagaran.
Una alerta a tiempo del secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, reforzada por un mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir esa práctica porque ya lo tiene “hasta el copete” aparentemente frustró el intento, que si efectivamente en los hechos se evita reforzará la buena imagen de la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Ayer el gobierno cuitlahuista dio un verdadero campanazo al empezar a hacer efectivo el pago a empresarios, algo que se dudaba que iba a hacer o que se pensaba que era imposible que lo cumpliera, luego de la mala experiencia que se tuvo con el gobierno yunista que ofreció pagar y no cumplió,
Si el gobernador García Jiménez cumple sus ofrecimientos de campaña, si enmienda errores, omisiones, fallas del pasado sin ver quién la hizo sino pensando en el bien común y viendo hacia adelante empezará a recobrar la confianza y la credibilidad ciudadana en el gobierno y de paso fortalecerá la imagen de su partido entre el electorado.
Con el paso de ayer de empezar a pagar un compromiso heredado, es decir, de actuar de manera institucional, acaso el nuevo gobierno, deliberadamente o de manera circunstancial, inició en firme no solo la eliminación de una vieja práctica de corrupción como es el cobro de “moches” o “comisiones”, “tajadas”, “diezmos” (el 10 por ciento) o “ventiladores (el 20 por ciento), sino también de prácticas electorales ilegales disfrazadas de “ayudas sociales” para comprar o inducir el voto ciudadano, lo que necesariamente llevará a fortalecer la democracia en Veracruz.
En los últimos años, cuando los controles de fiscalización de los órganos electorales se hicieron más efectivos, los partidos políticos y sus gobiernos buscaron la manera de seguir violando la ley electoral con prácticas amañadas como el reparto de despensas, cemento, láminas de zinc o de cartón, tinacos, cobertores, etc., la compra de votos el día de la elección, el soborno a funcionarios de casillas, y otro largo etcétera.
Para todo eso ha servido, en buena parte, el dinero de los moches. O sea, para comprar una elección, de tal forma que arriban al poder (Ejecutivo y Legislativo) autoridades o legisladores deslegitimados y avalados solo por una elección fraudulenta.
Creo estar casi seguro que si el gobierno cuitlahuista cumple sus compromisos de campaña, si evita los actos de corrupción y la impunidad, si se maneja de manera transparente, si reconoce errores y los corrige, si va depurando su equipo humano y dejando a los más idóneos, su partido no necesitará repartir despensas ni todo lo demás para ganar futuras elecciones. Y, por lo tanto, tampoco seguir cobrando moches como lo hicieron en gobiernos anteriores.
Después del inicio del pago ayer, se vio salir a los empresarios del acto no solo sonrientes, con una sonrisa de oreja a oreja, sino hasta ¡de lado! Iban cargados.
Ojalá y la medida tenga un efecto multiplicador, se reactive la economía y se empiecen a crear nuevos empleos, que urgen.
Punto a favor de Cuitláhuac, más bien dicho varios puntos a favor, merecidamente. Tiene que reconocérsele.
Y AMLO homenajeó a ¡Reyes Heroles!
Otro detalle que escapó a muchos, en especial a los del PRI que dejaron escapar la oportunidad de cacarear el huevo, fue el homenaje que rindió el presidente Andrés Manuel López Obrador a don Jesús Reyes Heroles, el gran ideólogo de lo que queda del Revolucionario Institucional, durante su visita de hace casi una semana a Tuxpan.
No dejó de sorprender que casi al iniciar su mensaje dijo que traía a su memoria que de este lugar era “uno de los mejores políticos que ha habido en nuestro país”.
Recordó que fue abogado y “el mejor escritor, el mejor investigador sobre el liberalismo en México”. En efecto, fue el mejor investigador y el inventor del término “liberalismo social”.
Señaló que su libro Dos tomos (sic) “son lo mejor que se ha escrito sobre el pensamiento liberal en nuestro país” (tal vez se quiso referir a El liberalismo mexicano publicado en tres tomos por el Fondo de Cultura Económica).
Dijo que Reyes Heroles fue “un extraordinario servidor público”, director del IMSS y de Pemex y secretario de Educación Pública “siempre un hombre ejemplar, inteligente, honesto”.
Mencionó que como titular de Pemex al ilustre tuxpeño le tocó suspender, “cancelar los llamados ‘contratos riesgo’” que se habían firmado para la explotación del petróleo y que daban ventaja, “mucha ventaja a las compañías extranjeras”.
Expresó que si viviera “seguro estuviera con nosotros” porque “él sabía de la importancia de las transformaciones, de los cambios y ahora a nosotros nos toca vivir estos tiempos interesantes de transformación”.
(¡Chin! Ahora falta que los priistas le exijan que les pida perdón por haberse apropiado de su figura más relevante.)
Horas antes, aunque de paso, en Poza Rica mencionó a otro gran veracruzano, huasteco, emblemático y auténtico militante y activista de izquierda (no como los “izquierdistas” naylon de ahora), el ingeniero Heberto Castillo.
Recordó que la primera vez que visitó la ciudad, “hace como 30 años”, fue en un acto político de oposición, con el nativo de Ixhuatlán de Madero e inventor de la tridilosa.
Se vio bien, eso pienso, reconociendo la valía de un personaje como Reyes Heroles por encima de su militancia política y ojalá y lea sus discursos políticos que pronunció lo mismo siendo dirigente nacional del PRI que secretario de Gobernación, que acuñe sus frases, ya históricas, que mucho le servirían para una mejor conducción de los destinos del país.
Cuánto le enriquecería a su persona y a su mandato aprender de don Jesús que a veces es necesario escuchar de sus colaboradores que le digan que no, respetarlos cuando se oponen a las decisiones unipersonales porque están mal así sea el presidente quien las tome; respetarlos y hacerles caso. A Reyes Heroles lo echaron del PRI y de Gobernación los presidentes Luis Echeverría Álvarez (LEA) y José López Portillo (Jolopo), respectivamente, porque se opuso a sus locuras. El tiempo le dio la razón. LEA y Jolopo llevaron al desastre al país y terminaron en el basurero de la historia.