FORO DEL EMPRENDEDOR

Ricardo B. Salinas

En un mundo globalizado, es natural y deseable que fluyan libremente todos los recursos: capital, mercancías, tecnología y gente. Las mentes genuinamente liberales no cuestionan este principio, no obstante, en Estados Unidos abundan voces que buscan culpar de todos sus males —reales o imaginarios— a los inmigrantes, especialmente hispanos.

Los argumentos antiinmigrantes no podrían ser más falsos —incluso hipócritas—. De hecho, ocurre justamente lo contrario a lo que postulan: gracias al constante flujo de mano de obra externa es que la economía de EU ha mantenido su dinamismo por mucho tiempo.

Hoy abunda la evidencia de que escasea la mano de obra que pueda generar una economía más dinámica.

Por prejuicios racistas, el recurso más valioso, la gente, aún no encuentra las condiciones de libertad de la que gozan los capitales, las mercancías y la tecnología. Los latinoamericanos nos seguimos exportando a nosotros mismos a pesar de todas las restricciones no-arancelarias: la migra, el muro, los narcos, etcétera. Es perfectamente normal que las personas busquen emplearse en donde sea más redituable su trabajo. Éste es el espíritu del libre mercado. Falla la política migratoria de nuestro vecino al norte, pero esto es algo que no nos corresponde a nosotros, ni a nuestros políticos, arreglar.

Estados Unidos ha gozado de abundancia de capital físico, primero gracias a la generación de ahorro interno, y en las últimas décadas debido a la entrada de recursos financieros externos, principalmente de China y Medio Oriente, pero hasta un economista sabe que el capital físico carece de valor si no es complementado por el recurso humano.

Gracias a que, hasta hace poco, no ha faltado el recurso humano, con todo tipo y nivel de habilidades, es que el capital financiero siguió fluyendo desde el exterior, aunque a tasas decrecientes.

Hoy las fábricas y los call centers están saliendo de EU en busca del capital humano que abunda en otras latitudes. Es falso que un inmigrante latino les quite el trabajo a otros, es totalmente al revés. La mano de obra latina es complementaria a las demás, el mercado laboral no es un juego de suma cero.

Es muy probable que la neurosis antiinmigrante tenga un impacto serio en el futuro sobre la capacidad de la economía de EU para seguir creciendo. En California y otros estados innumerables cosechas han quedado sin levantarse por falta de mano de obra. En estados del centro, plantas avícolas y de productos cárnicos han cerrado por la misma razón mientras los proyectos de construcción se frenan. Llama la atención que importantes agricultores han decidido cerrar sus operaciones en el vecino país para traerlas a México, donde abunda la mano de obra calificada para este tipo de tareas. No los culpo: me queda claro que el principal reto como empresario es encontrar y preparar mano de obra abundante, calificada y comprometida con su trabajo, ésta es la tarea más importante que hemos asignado a los ejecutivos en nuestro grupo de empresas.

Las economías de México y Estados Unidos son complementarias por la abundancia de mano de obra y capital, respectivamente. Es absurdo cerrar los ojos ante esta realidad. La comunidad hispana crea un enorme valor para la sociedad estadounidense y pronto tendrán que tomar medidas para cuidar a esta gente: lejos de excluirlos y maltratarlos, deberán reconocerlos, abrirles las puertas y tratarlos con justicia. Esto debe suceder, ojalá que sea pronto.

*El autor es presidente y fundador de Grupo Salinas.

Tomado de El Economista