ENTRE NUMEROS

Soraya Pérez

Los emprendedores son la columna vertebral de nuestro sistema económico y juegan un rol crucial en la prosperidad del país; ya que, es en la creación de nuevos negocios donde podemos dar un gran impulso al crecimiento y la generación de empleos. Desafortunadamente, la agenda del gobierno actual no los considera una prioridad, algo preocupante, especialmente, ante un panorama económico cada vez más sombrío para México.

Hoy más que nunca, los emprendedores son esenciales para alcanzar una verdadera recuperación económica; por eso es relevante apoyarlos, no sólo con financiamiento, sino con una plataforma adecuada para su entorno por medio de políticas, reglamentos e incentivos eficaces.

Desgraciadamente, durante la sesión del 10 de abril en la Cámara de Diputados, se tomó la decisión de desaparecer el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), organismo encargado de generar un ecosistema integral de apoyo a las mipymes; demostrando, una vez más, la incapacidad que se tiene de tomar buenas decisiones en materia económica y reiterando, a su vez, las prioridades que se establecieron en el presupuesto de egresos para este año, mismo donde observamos un recorte presupuestal mayor a 80%, comparado con el 2018, para el fomento de este importante sector.

Apoyo firmemente la cruzada contra de la corrupción del presidente de la República, sin embargo, no entiendo el afán de ciertos funcionarios de no dar continuidad a las cosas buenas; entre ellas, los organismos que en verdad estaban dando resultados. Según cifras oficiales, desde su creación, el Inadem apoyó más de 92,000 proyectos de emprendedores con un monto que superaba 14,000 millones de pesos. Tan sólo en el 2018, este organismo apoyó más de 37,000 proyectos, incluyendo 141 estratégicos que a su vez beneficiaron a más de 26,000 pequeñas empresas.

Adicionalmente, es importante mencionar que el Inadem fue premiado por distintas organizaciones, dentro de las cuales destacan el Coneval y la OCDE, por sus mejores prácticas en materia emprendedurismo y transparencia a nivel internacional. Según el índice de competitividad del World Economic Forum, en términos de fomento a la cultura emprendedora, México ocupa el lugar 67 de 140 países. Esto, sin duda, refleja un avance, pero también demuestra el trabajo que aún queda por hacer; algo que, en mi opinión, será mucho más complicado con la desaparición de la única agencia nacional especializada en apoyar a las mipymes y coordinar esfuerzos con los otros órdenes de gobierno.

Es irrefutable que las malas decisiones económicas en nuestro país están al orden del día. Éstas no sólo han generado mayores inestabilidad y desconfianza por parte de los inversionistas, sino que han provocado un declive en los pronósticos de crecimiento. Recientemente, con la publicación de los Precriterios Generales de Política Económica para el 2020, la SHCP hizo un ajuste a la baja de sus pronósticos para el 2019 y el 2020; bajándolos de 2% a 1.6% y de 2.6% a 1.9% respectivamente.

No podemos aspirar a que nuestros emprendedores sólo tengan oportunidades para ser aprendices de algún oficio. México estaba en el proceso de consolidar una política integral que seguramente necesitaba ser reforzada, pero no eliminada. Un camino seguro y rápido hacia un crecimiento económico más dinámico se alcanza cuando se incentiva una verdadera cultura emprendedora, con capacitación, acceso blando a financiamiento, con un marco jurídico adecuado y apoyos coordinados entre el gobierno, así como con las incubadoras de empresas e instituciones educativas. De ahí, mi llamado urgente para que la administración actual transparente cuál será la política pública a partir de la desaparición del Inadem; y a nosotros, como ciudadanos, de exigir contrapropuestas inmediatas y los análisis suficientes que justifiquen este cambio de timón. ¡Estaremos pendientes!

Tomado de el Economista.