El hombre que cuando vivió en Xalapa, lo primero que hacía cada día después de bañarse, era enviar, desde la computadora de su recámara, una solicitud de información al IVAI (alguna vez una amiga ex-titular de ese organismo nos comentó que ya no aguantaban la carga de trabajo por su culpa). El personaje que un día sí y otro también, comentaba y escribía que en las elecciones, un candidato no registrado podía ganar si votaban por él. León Ignacio Ruiz Ponce está de regreso en esta capital, después de vivir más de un año en la ciudad de Querétaro. Y se fue a echar su primer lechero con canillas al Café de la Parroquia de Veracruz. Bienvenido «El león rojo».