INTELIGENCIA COMPETITIVA

Ernesto Piedras

Como cada año y desde hace exactamente medio siglo, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (brazo telecom de la ONU), marca la efeméride del Día del Internet, pero también el Día de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (que se celebra desde 1969) y que recuperan la conmemoración del aniversario de la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional llevada a cabo en 1865, hecho cimiento que define el modo de interconectar las redes entre países.

En estos primeros 50 años de esfuerzo, el Día del Internet es útil para usuarios, operadores, cámaras de la industria, instituciones públicas y, sociedad en su conjunto, para el recuento de avances, pero también de las asignaturas pendientes y de las estrategias necesarias en el camino hacia la plena democratización en el uso y aprovechamiento de la conectividad entre la población.

Avances en conectividad
De acuerdo con el Inegi, en su Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2018, en México hay 74.3 millones de usuarios de Internet o internautas en edad de seis o más años, esto es 65.8% de la población en ese rango de edad y creciendo 4.2% respecto al 2017.

En términos de hogares, el volumen que dispone de Internet vía una conexión fija o móvil asciende a 18.3 millones o 52.9% del total nacional, cifra 5.4% superior a la reportada durante un año atrás.

En donde se registra una explosión en la adopción y uso cotidiano es en la banda ancha móvil. El número actual de internautas móviles alcanza 84.2 millones en el primer trimestre del 2019, que equivale a un nivel de acceso de 66.7% de la población total.

Ello deriva de la notoria baja de precios de los servicios de navegación móvil, del continuo aumento en el número de líneas celulares, así como de smartphones, y de la importante adopción social de servicios (transporte como Uber, compra de bienes y servicios en plataformas de comercio electrónico, boletos de cine, acceso a plataformas de video por Internet, etcétera) por el grueso de la sociedad.

Efectivamente, la masificación de equipos móviles y la creciente capacidad de descarga de datos, resulta en que entre los usuarios móviles 88.1% utilice su smartphone para navegar en Internet, con una base en activo de 106.3 millones de dispositivos.

Brecha digital: asignatura pendiente
Halagüeño ciertamente este escenario de acceso creciente a conectividad.

No obstante, persiste una brecha digital significativa, definida de acuerdo con las métricas internacionales, como la diferencia existente entre el porcentaje de la población u hogares (no del territorio) que cuenta con servicios de conectividad y aquel que no tiene acceso.

De esta manera, uno de cada tres mexicanos (33.3%) o aproximadamente la mitad (47.1%) de los hogares se encuentra en una condición que podemos denominar de “discapacidad digital”.

Para que la totalidad de la población cuente con disponibilidad y acceso a Internet se requiere no sólo de condiciones óptimas en calidad y precio, sino de hacer accesibles esos servicios en localidades remotas y de escasa población. La ruta se vislumbra en generar los incentivos para el despliegue de infraestructura.

Ésa es una tarea compleja y costosa, pero no inalcanzable para la sociedad. El costo para cubrir ese déficit de infraestructura y cerrar la brecha digital asciende a 187,500 millones de pesos.

Este monto deberá derivar de la generación de los incentivos correctos y la certidumbre legal necesaria, apoyada en las herramientas de eficiencia operativa del mercado, a partir de la promoción de la competencia efectiva, complementados por los esfuerzos y alianzas estratégicas de los agentes privados y las entidades públicas.

La ruta de optimización del ejercicio de inversiones para cubrir las asignaturas pendientes en conectividad es aquella en la que los agentes privados se encargan de la realización de recursos y provisión de servicios, bajo un acompañamiento y supervisión gubernamental.

Tomado de El Economista.