«La administración de Peña Nieto incrementó la deuda pública en casi diez puntos porcentuales respecto al PIB (luego corrigió un poco con Meade), a pesar de haber impulsado una de las reformas fiscales más recaudatorias y perniciosas para el crecimiento en décadas. Adicionalmente, endeudó a Pemex con más de 45 mil millones de dólares, colocando a la empresa en virtual quiebra. La herencia para el gobierno de AMLO ha sido tóxica. La pésima gestión hacendaria (y la corrupción) hicieron posible el triunfo del hoy presidente y podría acabar siendo la herencia envenenada». Lo comenta Luis Rubio en «Reforma»