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Cannes, Francia

Si desea gritar a todo pulmón “Vive le cinema!”, el Festival de Cine de Cannes es el lugar para hacerlo.

Eso fue lo que declaró Quentin Tarantino en la escalinata de la alfombra roja mientras se dirigía al estreno de Once Upon a Time … in Hollywood, su afectuosa oda a la industria del cine.

La cinta protagonizada por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, llena de nostalgia por los días más felices de 1969, encapsula lo que ahora está casi extinto en Hollywood: una épica original de gran presupuesto con grandes estrellas. Es la réplica de Tarantino a cualquiera que diga que las películas están mermando en la era del streaming.

Y en ninguna parte el séptimo arte es más celebrado, y tomado en serio, que en Cannes. “Vive le cinema!” es más o menos el ethos y el grito de guerra del festival. Y con la proliferación del streaming, Cannes a menudo resulta un campo de batalla, donde distintas visiones se disputan la representación del alma del cine.

En el festival de este año, que termina el sábado con la entrega de la Palma de Oro, Netflix no figuró en el programa por segundo año consecutivo. Luego que el festival, presionado por los dueños de los cines franceses, declarara que las películas debían tener distribución cinematográfica en Francia para poder competir por la Palma, Netflix retiró sus películas al negarse a mantenerlas fuera de su plataforma por la ventana de 36 meses que estipula la ley francesa.

Pero a lo largo del evento en la Riviera francesa, el gigante del streaming se ha hecho sentir y varios de los cineastas más grandes del mundo, incluidos Alejandro González Iñárritu y Pedro Almodóvar, han opinado sobre el tema. Los pro y los contra de un Cannes sin Netflix han sido tema de conversación en veladas junto al mar y a lo largo de los pasillos de la sede de Cannes, el Palais des Festivals.

A muchos les gustaría ver el fin de la guerra fría entre Cannes y Netflix.

“Netflix está haciendo un trabajo maravilloso”, dijo Iñárritu, presidente del jurado este año, al principio del festival. “¿Por qué no darle a la gente la opción de experimentar el cine?”

El festival este año ha vibrado típicamente con voces nuevas y viejos maestros. No ha carecido de logros emocionantes (Portrait of a Lady on Fire de Celine Sciamma), cine de género de primera (Parasite de Bong Joon-ho) o brillo hollywoodense (Rocketman de Dexter Fletcher). Pero algunos creen que este año Cannes sería mejor si Netflix tuviera un papel protagónico.

El veterano productor Cassian Elwes, cuyos créditos incluyen Mudbound de Netflix, dijo que mantener a Netflix fuera del festival está lastimando a la industria. El mercado de Cannes, que transcurre paralelo al festival, es donde muchas películas (terminadas o en desarrollo) son compradas y vendidas.

“Cannes está en un muy mal momento. El negocio está chato y la mayoría de las películas que se exhiben aquí son irrelevantes en el mercado estadounidense”, dijo Elwes en Twitter. “Ambas partes, (el mercado) y el festival, deben darse cuenta de que son codependientes y encontrar una solución y rápido. Mantener fuera a los servicios de streaming es contraproducente”.

Netflix aún tiene un equipo de adquisiciones en Cannes. Aunque no ha anunciado ninguna compra, todavía puede hacerlo. Un estudio realizado por la Sorbona captura cuán vital ha sido Netflix para los mercados de los festivales. Sus investigadores hallaron que el 39 por ciento de los estrenos en Cannes desde el 2009 han terminado en Netflix, aunque la mayoría tuvo antes estrenos en salas de cine.

La pérdida de Cannes ha sido una ganancia para Venecia. El año pasado, Netflix retiró, entre otros títulos, Roma de Alfonso Cuarón luego que ambas partes no lograron encontrar una solución. Cannes ya está bajo presión porque últimamente muchos filmes han optado por estrenos otoñales (del hemisferio norte, primavera del sur) para estar más cerca de la temporada del Oscar. Pero perderse Roma, que ganó el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia y se convirtió en la película más aclamada del año, duele.

Netflix y Cannes desde entonces han continuado sus conversaciones sin resultados. Aunque según reportes no estaban listas a tiempo para Cannes, las cintas The Irishman de Martin Scorsese y The Laundromat de Steven Soderbergh eran posibilidades rumoradas que seguramente hubieran sido importantes para el festival.

Almodóvar, que recibió grandes elogios con el estreno de Dolor y gloria en Cannes, está entre aquellos contentos de ver que alguien le haga frente a Netflix. Considera el mermante número de salas de cine en España una crisis.

“Afortunadamente Francia es un país diferente”, dijo Almodóvar. “Francia es el defensor más grande de la gran pantalla y creo que es la industria francesa la que dará la batalla contra las plataformas de streaming”.

Netflix ha generado protestas en el Festival de Cine de Berlín, pero Francia y Cannes ha sido su mercado más difícil pese a tener más de 5 millones de suscriptores en este país. Cuando el jefe de contenido de Netflix Ted Sarandos habló en el escenario en Cannes en el 2015, fue acosado con preguntas. En medio del alboroto por la inclusión de dos estrenos de Netflix en 2017 –Okja de Bong y The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach– algunos asistentes al festival abuchearon el logotipo de Netflix. Otros vitorearon.

El acertijo de Cannes con Netflix podría intensificarse cuando Disney, WarnerMedia y Apple estrenen sus propias plataformas de streaming este año. Tras estrenar los dos primeros episodios de su serie para Amazon Too Old to Die Young, el director Nicolas Refn dijo que “los estudios se están preparando para streamingdefinitivo. Creo que eso es bien sabido”.

Esa mayor competencia, sin embargo, también podría darle a Cannes más ventaja. El festival sigue siendo un escenario sin igual al que aspiran muchos cineastas.